En el peregrinaje político en el que andamos desde que iniciamos la búsqueda
de la revolución hace 43 años (1967 momento en que muere el Ché) y
específicamente a partir del referendo ratificatorio del Presidente en el
2004 (punto de partida del Centro de Formación Ideológica CFI), somos
receptores de manifestaciones espontáneas de grupos e individuos que nos
hacen entrega de sus inquietudes. Esto se traduce en: (i) análisis que
contienen formas de acción para direccionar el Proceso; (ii) solicitudes
para mejorar la condición de vida de un colectivo; (iii) informes que
señalan situaciones específicas de anormalidades que ocurren en una
comunidad; (iv) peticiones para resolver asuntos personales; (v)
advertencias de riesgos y peligros que corre el Proceso. Son expresiones
sinceras que claman atención y que, por supuesto, buscan canalizarlas con
algún vocero que se constituya en su mentor.
Recientemente, mejor dicho el sábado 9 de octubre, cuando regresaba de un
evento político en Santa Ana de Anzoátegui, recibí una llamada de una
persona muy seria --a quien considero leal al Proceso y de compromiso pleno
con la Revolución-- para alertarme acerca de la información que maneja, la
cual le ha llegado de fuentes A1 (origen primario, confiable y verificable).
La información trata del escenario del terror que busca crear la corriente
de extrema derecha nacional activando al plan de acciones encubiertas con
apoyo internacional. Es un plan para aniquilar el Proceso Revolucionario por
la vía de la conspiración.
La información se fundamenta en iniciar la escalada conspirativa generando
un clima de terror en la sociedad. Esto abarca las siguientes acciones de
primer escalón: (i) asesinar a Ministros, funcionarios de alto rango, jefes
militares y sus familiares directos; (ii) estimular la delincuencia con
participación directa del paramilitarismo; (iii) armar a los grupos afectos
a la contra-revolución que sientan odio por Chávez y maldigan la revolución;
(iv) propiciar una situación de caos en la sociedad venezolana de tal manera
que se pueda activar el segundo escalón.
Ante la situación anterior se incrementa la escalada y se pasa al golpe de
estado, unido a la infiltración por las fronteras de grupos de comando
--encubiertos como fuerzas de choque político-- a fin de confrontarse con
las fuerzas revolucionarias que saldrían a defender el Proceso. Con el golpe
militar neutralizan a las fuerzas armadas y con los infiltrados someten a
los revolucionarios.
Controlado entonces el escenario político, se procede a la tercera fase de
la escalada. Invitación a las fuerzas internacionales a posesionarse del
territorio venezolano y en consecuencia: (i) desaparecer al Presidente; (ii)
neutralizar a la dirigencia del Proceso; (iii) someter a los grupos de
izquierda que activan la defensa de la revolución; (iv) enterrar la
ideología que inspira la revolución como lo es el socialismo bolivariano;
(v) acabar con toda manifestación cultural y literaria que exprese
bolivarianismo, socialismo, marxismo, antimperialismo y emancipación; (vi)
apelar a los organismos internacionales que controla EE.UU., a fin de
respaldar el aniquilamiento del Proceso Revolucionario venezolano como
factor de desestabilización en el continente americano; (vii) instalar una
base militar norteamericana bajo la directriz el Comando Sur que garantice
el desempeño de un gobierno pro-imperialista y el suministro de la materia
prima (petróleo y gas) para el desarrollo del mundo occidental (capitalismo
mundial).
La información contempla la fuerte capacidad logística de estos grupos de
extrema derecha por el apoyo económico que reciben de fuentes externas,
principalmente de entes capitalistas --auspiciadores de la democracia
norteamericana que apelan al fascismo y las operaciones encubiertas para
desestabilizar y acabar con gobiernos no afectos a los EE.UU. Complementa la
información el contrabando de armas que llega a Venezuela por vía de la
importación de línea blanca camuflajeadas en neveras, lavadoras, secadoras y
afines. Dice, como muestra de su exactitud, que ese armamento está guardado
en Caricuao, Montalbán, La Vega y urbanizaciones de clase media en el este
de Caracas. Armas listas para activarse una vez que se encuentre la brecha
para irrumpir con contundencia.
Hasta allí la información suministrada. Queda entonces de parte de los que
hemos asumido este Proceso como un acto de vida establecer las
consideraciones para: (i) llamar la atención de todas las fuerzas propias
(revolucionarias) para no descartar este escenario de terror como factible;
(ii) incorporar a los análisis que venimos desarrollando públicamente --en
el que siempre ha estado presente el plan de contención política de los
EE.UU., hacia Venezuela que toca lo que aquí se describe-- el factor
inteligencia social unido a las tareas de defensa integral de las milicias
populares como respuesta preventiva a un hipotético escenario de terror;
(iii) alertar a los organismos de inteligencia del gobierno revolucionario
para que evalúen esta posibilidad en el corto plazo; (iv) decirles a
nuestras Fuerzas Armadas que afinen su intuición individual, percepción
política y redes de inteligencia para detectar a los escuálidos que puedan
estar infiltrados en su seno con la intención de dar un zarpazo mortal a la
Revolución: y, finalmente, un llamado al Presidente Chávez para que su agudo
olfato político fundamentado en una fuerte dosis espiritual apunte en la
dirección de generar las acciones más sabias y talentosas a fin de
desmontar el escenario de terror que pretende consolidar la
contra-revolución.
izarraw@cantv.net
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