Dos nuevas fuerzas políticas, que han comenzado a configurarse en el horizonte, se disputarán la hegemonía política en Venezuela en el futuro próximo. Ambas surgidas de un tronco común, hijas del mismo padre: Hugo Chávez; representadas hoy por incipientes corrientes dentro del chavismo: un chavismo moderado, también conocido como "la derecha endógena" y un chavismo radical, que comienza a ser conocido como "la izquierda del chavismo". Un destino que inexorable se proyecta, y cuyo advenimiento ni el mismo padre podrá cunjurar.
Ahora bien, es posible predecir, incluso hoy mismo, cuando apenas comienzan a configurarse dichas fuerzas, cual será el futuro de la Revolución Bolivariana, dependiendo de cual de las dos corrientes se haga finalmente con la hegemonía política. De ser la corriente moderada, la cual aspira una política de conciliación y negociación con la burguesía, el proceso político venezolano, la Revolución Bolivariana, terminaría siendo conducido hacia los caminos del reformismo, hacia un proceso de cambios donde nada cambie. Si por el contrario, se terminara imponiendo el sector de la izquierda del chavismo, se producirían profundos y radicales transformaciones sociales, políticas, económicas, ideológicas y culturales, de carácter irreversible, cuyas repercusiones, incluso, trascenderían las fronteras nacionales.
De manera que, éste que escribe, recomienda, a los revolucionarios y revolucionarias que aspiramos construir un socialismo de verdad, no una socialdemocracia como la de algunos países como España, donde han impuesto socialismos a destajo, que no son socialismos ni un c..., que en las primarias del PSUV, cuando vayamos a elegir los candidatos a gobernadores y alcaldes, apoyemos a los candidatos la izquierda del chavismo. Y nunca, pero nunca, nunca, en las elecciones generales nos dejemos tentar por el abstencionismo o el voto castigo a favor de los escuálidos, ya que más temprano que tarde, una vez que eliminemos definitivamente del panorama político nacional a la rémora cuarto-republicana, habremos de resolver entre nosotros, de manera definitiva las contradicciones.
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