El parquero del restaurante Hato Grill recibe las llaves del Mercedes Benz de manos de Ramos Allup y arranca a estacionar el carro en un lugar seguro. Con Ramos Allup viene Ramón Guillermo Aveledo, Son las 7 de la noche del 1º de febrero de 2011. “Qué raro que el parquero no te saludó, más bien te vio con rabia”, le dijo Aveledo a Ramos Allup, y este le dijo: “Esos son unos resentidos que uno le brinda la oportunidad de manejar un Mercedes Benz y no lo agradecen”.
Toman asiento en una mesa muy apartada del salón derecho del restaurante. La secretaria de Ramos Allup la había reservado por teléfono. El jefe de los mesoneros se acerca y saluda y con las cartas en las manos les ofrece el menú. “Tú sabes lo que a mí me gusta, Rafael, así que me traes mi plato, y pide lo mismo Ramón Guillermo, que ese plato es del carajo”. “Está bien, si tú lo dices”. “Y nos traes dos whiskys”. El mesonero se retira y comienza la conversación. “Bueno, Ramón Guillermo, mañana 2 de febrero se cumple una docena de años de este régimen, esta dictadura, y nosotros tenemos que decir algo mañana, que impacte, que el pueblo nos vea como ganadores en 2012, por eso te llamé, porque contigo se puede hablar. Tenemos que desconocer estos 12 años de gobierno, no solamente por nuestro canal Globovisión, de paso, creo que está perdiendo credibilidad, porque se está inventando unas noticias y ya lo están cazando, pero bien, volviendo al tema, tenemos que caerle encima a esos 12 años, decir que la corrupción, la miseria, el desempleo, la vivienda, todo eso es una crisis arrechísima, como la cámara de Pastor Heydra, ese es otro que me tiene arrecho, pero bueno, no debemos permitir que la gente crea que esta vaina ha sido participativa y protagónica, tenemos que denunciar este régimen”. “Bueno, Henry, yo creo que con Teodoro…”. “No me nombres a ese carajo, ese está metiendo cizaña para que lo nombren candidato a él para 2012, y en ese sí es verdad que no cree nadie, te digo como le dije a Carlos Croes, ese señor es bueno haciendo diagnósticos pero mata a los enfermos”.
Después de plantearse varias estrategias terminaron de comer y se marcharon. Y el 2 de febrero, cuando se cumplieron 12 años de gobierno chavista, y desde la mañana el presidente Chávez estaba en una escuela y luego en un mercal y luego en un CDI y en la noche en el Salón Ayacucho en el Palacio de Miraflores, Ramos Allup salía de la librería Librolia, en Las Mercedes con las manos en la cabeza. “Carajo, este hombre debe tener un doble, porque es imposible que en un día haga tanta vaina”. Y en ese momento repicó su BlackBerry, era Ramón Guillermo Aveledo. “Henry, nada de lo que hablamos se puso en marcha, menos mal que nuestro canal, Globovisión, estuvo haciendo bien su trabajo, pero fallamos en las emisoras, en Unión Radio estuvieron entrevistando a chavistas todo el día, y que si la ONU, y la FAO, y que si la igualdad, la educación, la salud. Nos dieron duro Henry, y así vamos mal”.
Ramos Allup llamó a Ledezma y le dijo: “Vamos a ver cómo te lanzamos mañana como candidato presidencial para 2012, y a lo mejor logramos que la gente vuelva a hablar de nosotros”.
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