No les preocupó la utilización de la Policía Metropolitana (PM) de Peña en el asesinato de manifestantes pacíficos, como los ocurridos una semana antes de la intervención de este cuerpo de seguridad, que venía siendo utilizado en actividades desestabilizadoras y golpistas desde el propio 11 de abril pasado. Tampoco les preocupó a estos “desprejuiciados ciudadanos” la ilegal adquisición de armas de guerra por parte de dicho cuerpo policial, a pesar que las leyes correspondientes sólo le dan esta potestad a la Fuerza Armada Nacional. Para que hablar de la crisis en que estaba sumida la PM desde hacía unos meses, con enfrentamientos de distinto tipo entre los institucionalistas, adversos a las acciones del bocazas metropolitano de pervertir las funciones de la PM, y los seguidores del comandante Vivas a quien lamentablemente le quedó grande el cargo.
Nada de lo anterior fue tomado en cuenta por la mayoría del Consejo de la Facultad de Medicina de la UCV, al referirse a la situación nacional en su sesión del 26 de noviembre. ¿Qué les parece? El golpismo está hoy presente incluso en la casa que vence la sombra, escondido por supuesto detrás de hipócritas posiciones institucionales, que llaman a la paz, pero trabajan en su contra. No dice nada el Consejo sobre la posición de la “Coordinadora Antidemocrática” de no firmar el acuerdo general contra la violencia que le presentó el Gobierno en la mesa de diálogo. A eso no se refieren estos adalides de la democracia. Condenan, en cambio, el empleo de la Fuerza Armada Nacional “y del armamento de guerra (¿?) en actividades que no les corresponden” (¿?), para más adelante decir que utilizan gases lacrimógenos (imagino que pensaron era gas mostaza: arma que no armamento de guerra) sin tomar en cuenta los efectos terríficos que producen en ancianos, niños y enfisematosos, quienes no deberían estar manifestando. Aquí quisieron colocar el toque magistral, el de los médicos sabelotodo, que no saben ni escribir y que nunca dijeron nada de los gases lacrimógenos utilizados por la PM desde siempre y hasta su intervención, ni mucho menos del uso por la PM de fusiles, ametralladoras y pistolas de elevado calibre, esas sí claras armas de guerra.
Se pronuncian por la democracia, pero no condenan las actividades golpistas aupadas desde los medios de comunicación. Nada dicen de los militares insurrectos de la Plaza Francia, a quienes aparentemente no les toca aquello de la subordinación ante el poder civil. No dijeron nada del hostigamiento de la Embajada Cubana durante el golpe, ni de la celada reciente que la tristemente famosa Coordinadora le tendió al Comandante de la Guardia Nacional, sin que este usara para defenderse su “armamento”, para seguir llamándolo en la misma forma impropia utilizada por estos cultivados consejeros. Felicito a los profesores Noya, Camejo y Becemberg, por no haber acompañado un comunicado claramente golpista, mal escrito y que deja muy mal parada a la UCV.
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