Los pobres (como grupo social) recordaremos a la recluta, asociando imágenes y distintas emociones. Cómo olvidar “esa humillación de ser bajados de autobuses, o ser sacados de bares o botiquines, de billares y hasta de casas de familia, en flagrante abuso, para ser llevados al servicio militar obligatorio… obligatorio para los pobres”.
Otro grupo social conformado por: la burguesía, “hijitos de papá”, los “grandes cacaos,” no tienen idea del contenido simbólico de la “recluta”… o han ¿olvidado? el servicio militar obligatorio, que a ellos jamás tocó.
La memoria colectiva está relacionada a grupos sociales, y a cómo éstos recuerdan, olvidan, omiten y construyen (apropian desde el conocimiento) su pasado social.
Esta Revolución, está obligada a mantener, refrescar y recurrir permanentemente a la memoria colectiva, de allí la consigna “prohibido olvidar”. Si en el siglo pasado del que nos estamos alejando, la recluta fue un símbolo de dominación y exclusión, hoy las Milicias Bolivarianas simbolizan la liberación y la inclusión.
Es tarea de cada hombre, y sobre todo de nuestras mujeres potenciar la memoria colectiva, contrastar el respeto y amor de la Revolución, el bienestar y calidad de vida que le proporciona al pueblo, con el dolor desgarrador de las madres a quienes les secuestraban uno o varios hijos con la oprobiosa recluta, para ir a cuidar las casas y propiedades de los “señoritos” de la burguesía.
Nuestras Milicias Bolivarianas se construyen con el legado del Ejército Libertador.
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