Muchos minutos después, frente
a su botellita de agua Evian, Cinthya Machado Zuloaga recordaría el
día en que su padre la llevó a conocer a los líderes de la Mesa de
la Unidad Democrática.
Y decía Cinthya: “Era vergonzoso.
Allí estaba esa casta política que ha robado al país y a nuestras
familias. Y mi padre escuchaba con mucha pena a Ismael García que decía.
“Yo siempre voy al fondo y a la derecha, como debe ser”. Y mi padre
le contestaba: “Lo descubriste muy tarde, amigo”. Y el Ismael decía:
“No importa Don Zuloaga, lo que importa es que lo descubrí y ahora
tengo que aprovechar esta feria del oportunismo”. Era vergonzoso,
amigo”.
Tiene rato riéndose. Está
contando lo que le tocó vivir en su casa con la llegada de parte de
la gente que conforma la Mesa de la Unidad democrática. “No estaban
todos, Roberto, porque tú sabes que mi papá es un demócrata y no
deja entrar a la casa a Gabriel Puerta y a Andrés Velásquez, incluso
tiene sus dudas cuando va Teodoro Petkkof, pero él dice que ese hombre
lo que está dando ahora es lástima, y lo deja pasar”.
Allí, en esa reunión, estuvo
Cinthya sentadita porque su padre le pidió que se quedara, “para
que escuches hija, a la gente que quiere dirigir este país por la senda
del progreso”. Y se ríe ahora, porque cuando estaba allí escuchando
a los líderes estaba de lo más seria., porque "cómo se va a
reír uno cuando está hablando Ramos Allup y dice que “esa vaina
que me inventaron acerca de la embajada de Estados Unidos es para joderme,
y yo sé quién es el que me echó esa vaina”.
El mesonero vuelve y “con
su permiso Miss Universo, voy a retirar la botellita”, dice, y se
va de espaldas para seguir viendo a la mujer más bella de la pelotica
del mundo. Y Cinthya sigue muerta de la risa con su cuento de la reunión
en su casa “con esa gente que ahora es cuando tienen más dinero,
porque les dan bolívares aquí, y les mandan dólares de allá, y ahora
lo que quieren es el poder y no saben cómo llegar. Y me da una pena
con Ramón Guillermo Aveledo, pobrecito, porque se ve que está allí
haciendo lo posible para poner orden en esa Bárbula particular que
pretende dirigir, y cada quien va por su lado”.
Y dice: “Todavía me río
cuando recuerdo a Ismael García diciendo: “Al fondo y a la derecha,
sí señor, allí están los reales”