Esta realidad contiene en su esencia el derecho humano a la vida, a la libertad, el respeto a la dignidad, y esa realidad se enriquece con la promoción y el espacio que da la Revolución a la participación, el protagonismo, responsabilidad social e individual (derechos y deberes).
La realidad está relacionada a condiciones y hechos tangibles, es decir a lo cotidiano y necesidades de la vida: Transporte, seguridad, alimentación, salud, vivienda, etc.
Esta realidad, como hecho humano es poco comprendida, porque omitimos: nuestros deberes, la reflexión y la comparación o contraste de lo que tenemos con el pasado (reciente e histórico).
Veamos el siguiente ejemplo: los pequeños y grandes centros de trabajo y servicios (ministerios, comercios, pequeñas y grandes fábricas, centros comerciales, mercados, etc.) están interconectados al recorrido geográfico de la Línea 1 del Metro de Caracas (Propatria a Palo Verde).
La Revolución, en la búsqueda de mejorar la calidad de vida, incorporó al sistema metro a las poblaciones de los Altos Mirandinos y los Valles del Tuy; hablamos de aprox. 100 mil nuevos usuarios que trajo mas congestión en el servicio, sobre todo en las horas pico, y por la anarquía de muchos usuarios en algunas estaciones hay un verdadero caos.
Un objetivo humano de calidad de vida, trajo como consecuencia, que la cantidad de usuarios modificara la calidad del servicio Metro, lo que obliga a la Compañía Metro a mejorar su calidad e intensificar su mantenimiento y corrección, pero exige de nosotros los usuarios un comportamiento: ciudadano, disciplinado, educado y respetuoso.
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