Venezolana de Televisión, en fecha reciente reseñó a través de un reportaje que la “nueva imagen” del turismo nacional será Rudy Rodríguez. La noticia, por supuesto creó asombro y estupor; algo parecido a la “asesoría” de Osmel Souza en los pasados carnavales caraqueños.
¿Bueno, pero no era que somos una república bolivariana, que enaltece los valores auténticos de la mujer venezolana, oponiendo al viejo estereotipo de “paquete sexual”, la imagen de la mujer otrora doblemente excluida por una sociedad capitalista salvaje, convertida ahora en una mujer emprendedora, luchadora por una nueva sociedad, más justa y equitativa?
Al parecer alguien está equivocado, porque nuevamente aparecen repotenciados los valores de la sociedad cuartarepúblicana; volvimos a la carne, a la vacuidad, al oropel.
La imagen de la mujer venezolana será la de una “niña bonita” con el pelo alisado, que al ver que la prensa la confundía con la gentuza chavista, declaró de manera tajante que ni de vaina…
¿Entonces, no habíamos quedado en que íbamos junto al pueblo hacia una sociedad distinta, con la alegría de saber que la gente humilde son nuestros hermanos y que la piel que cubre nuestros cuerpos está hecha del barro del mestizaje y de la sangre de los negros e indios que le dieron alma a nuestra tierra?
¿Qué pasa, alguien puede respondernos qué pasa, de quién fue la idea? porque por ahí hay millones de mujeres venezolanas trabajadoras, bolivarianas, hermosas por su integridad, que no pertenecen a sistema del “estrellato” de los medios golpistas y que podrían a toda cabalidad ser imagen del país – muchas.
Esa imagen ni es nueva ni es bolivariana.
El Macaurelio
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