Mi amigo Hugo Chávez Frias

Difícil expresar sentimientos e ideas encontradas, sin embargo, hay que hacerlo. No queda más remedio. Me imagino que lo mismo le paso a mi Amigo, a mi Hermano, a mi Compañero el Comandante Presidente Hugo Chávez  Frías, cuando  tuvo que enfrentar la realidad de su situación y  su responsabilidad ante el mundo, ante su pueblo, ante la historia, ante  sus amores y ante si mismo. No lo dudó y asumió  con la entereza, la valentía, la luminosidad de los revolucionarios de la estirpe guevarista, su compromiso con su propia  vida y con el resto de toda la humanidad.

 Una mezcla de infinita ternura acompañada de una incontrolable ira, rabia desbordada, una tristeza que me cala hasta los huesos invade mis neuronas, mi corazón, mi espíritu provocan una reacción en cadena, una explosión de fe, de confianza de decisión para seguir al lado del Comandante Presidente construyendo esta patria, este socialismo esta revolución.

He visto y oído a las  “Casandra agoreras” de aquí y de allá, buscándoles sucesor a quien solamente tiene como único y legitimo heredero,  al pueblo de Venezuela. Para mi criterio no hay  ninguna individualidad que pueda sustituir, con éxito, a Chávez. Solo una vanguardia organizada,  un partido político que no sea la pantomima que, por ahora, sigue siendo el PSUV,  pude garantizar la continuidad del proceso revolucionario. Esa es nuestra tarea, la de los militantes.  Construir ese partido y desechar los cogollos, las cúpulas que permiten, a la cultura heredada del capitalismo y los partidos políticos puntofilistas el control de nuestras estructuras, que invocando una falsa  unidad, pretenden impedir que corrijamos nuestros errores y nuestras omisiones. La unidad no es una hipocresía, ni es un burladero para los contrarrevolucionarios infiltrados en nuestras filas.  Sabemos que dentro de esa estructura hay  compañeros consientes de esta realidad  que no se deciden a convocar a la militancia, a invocar los principios de la democracia revolucionaria, a la ética, a la moral y a la disciplina consciente y socialista, para aplicar  las cinco R propuestas en las Líneas Estratégicas…    

Bienvenidas las oraciones, las misas, las promesas y las suplicas por un milagro, los deseos por la pronta recuperación Chávez, pero también necesitamos a la ciencia,  a los conocimientos  acumulados por la humanidad durante millones de años y  que la hemos puesto en las manos de los médicos  para que, unidas a la fuerza de la fe, a la esperanza, a nuestra decisión y a la de Chávez,  logremos una victoria más en la guerra del hombre por la vida.

No es hora de sentarse a esperar la voluntad de ningún Dios, ni la de la resignación. Es la hora de la esperanza, de la acción para impedir que esta revolución, por  acción u omisión nuestra, se pierda. Ya hemos cometido suficientes errores. Estamos a tiempo de rectificarlos. Ya sabemos cómo hacerlo. El diagnostico y el tratamiento está en la Cinco Líneas Estratégicas.  Necesitamos un  Partido Político Revolucionario, un PSUV que siga el ejemplo que una vez más nos da el propio Chávez, jugándose su vida por este proceso  y sometiéndose a las revisiones y tratamientos necesarios para, corregir lo que tengamos que corregir y seguir avanzando hacia nuestros sueños de paz, amor y libertad.

JOSE MACHETE

Yo soy como el espinito
que en la sabana florea
le doy aroma al que pasa
y espino al que me menea

ajmachete@gmail.com



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José Machete


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