Quienes se desplazan en las horas pico de la mañana, por lo general, son trabajadores y trabajadoras, a quienes una llegada tarde suele costarle una amonestación, cuando menos; a otros/as, el descuento del día, en fin, no la ha tenido fácil la clase trabajadora con el mal servicio que viene prestando el Metro de Caracas. Pues bien, después de un poco más de un mes de someternos/as a esa rigurosa prueba de resistencia, hoy jueves pasó lo que esperábamos que pasara, colapsó el sistema de la Línea 1.
Hoy, mientras nos dirigíamos a nuestros sitios de labores, ingresamos a la estación Pérez Bonalde, todo se veía normal hasta que bajamos las escaleras del subterráneo y nos topamos con un tren, ya en el andén. Los susurros de los usuarios/as conversando al interior del vagón, nos permitieron percatarnos de que algo no estaba bien, hasta que por los parlantes internos el conductor del tren informa sobre el retraso, motivado a una falla de un tren entre las estaciones Capitolio y La Hoyada. Pasados unos minutos, el tren arranca hacia la estación Plaza Sucre, allí se detiene y un nuevo anuncio del conductor del tren, ahora informa de falla en la vía, que ese tren llegará hasta Agua Salud. Por otro lado, en el andén externo al tren, sugería la operadora utilizar el transporte superficial; de repente, pasados otros minutos más, el tren cierra puertas e inicia recorrido, un nuevo aviso del conductor del tren, anunciando que prestará servicio hasta Gato Negro, ahora informa que la falla es por falta de energía de tracción y su acción está entre las estaciones La Hoyada y Plaza Venezuela. La madre, se convierte en la protagonista de las palabras que decían usuarios/as que nos trasladábamos en ese vagón. Al llegar a la estación, el desalojo era la invitación que hacían los operadores, la rabia era evidente, los usuarios/as al traspasar los torniquetes, golpeaban las casetas con sus puños, la información ahora de los operadores era, se agradece a los agentes de la policía nacional apersonarse por la caseta de venta de boletos, era obvio el temor de los camaradas trabajadores/as del Metro que realizaban sus funciones en dichas casetas, esperaban lo peor; por fortuna, nuestro pueblo es sabio, se abstuvo de llegar a extremos, pero surge la duda, ¿hasta cuándo camarada Presidente Chávez, cree usted que nuestro pueblo aguantará la desidia que presenta este estratégico servicio público?
Esta paralización del servicio, que afectó al Metro de Caracas, coloca en evidencia el fracaso de las políticas neoliberales puestas en práctica por la actual gerencia de nuestra principal compañía de transporte público, en la ciudad de Caracas. Estos, se equivocaron al creer que la solución vendría por el incremento desproporcionado de las tarifas, en el orden del ciento por ciento (100%), creyeron que tal ajuste restringiría el número de usuarios/as y con ello, sobrevendría la solución a los graves problemas estructurales que se han entronizado en el Metro de Caracas.
Este jueves, no sabemos si planificado o no, el camarada Chávez tendría en el gran caos propiciado por la compañía Metro de Caracas su peor regalo de cumpleaños, los aguafiestas de siempre se quedaron con los crespos hechos, nuestro pueblo contuvo su arrech…, al igual que lo hizo en 2003, con el sabotaje petrolero.
Pero, ya basta de mal servicio en el Metro de Caracas, eso sí, le exigimos camarada Chávez, que el Bicentenario también llegue al subterráneo de nuestra ciudad capital, ya basta de retrasos!!!!
La Conciencia,
como la paciencia, también tiene sus límites…Feliz cumpleaños camarada
Presidente!!!
Caracas, 28 de julio de 2011
henryesc@yahoo.es