Este es el mejor momento para retomar la reflexión que hemos hecho acerca del turismo y su nueva imagen: el retorno de la Semana Santa, con su resultado de muertos en accidentes, casi todos generados por la cultura de la imprudencia y el alcohol.
Nuestro turismo; el del 80% de la población, es decir, el de los pobres, se limita a incursiones de corta duración e “intensa diversión” en zonas de escasa infraestructura con precios de extorsión. Si se aventura a Morrocoy pagará pasajes prohibitivos para transportarse hasta un cayo (Bs. 40.000 por persona), ni hablar de Los Roques donde de verdad la “diversión no tiene precio...” (Bs. 50.000 el traslado a cualquier lugar del archipiélago)
A La Guaira va en su mayoría, la gente de los barrios de Caracas, allí podemos ver en su más nítida expresión y sin mayores cambios, la imagen del turismo de los últimos 50 años.
Hemos recibido una carta del señor Rafael Camejo, cuyo texto adjuntamos a este artículo y de la que nos gustaría destacar algunos aspectos. El señor Camejo comienza su misiva diciéndonos que ha notado la publicación de varios artículos negativos sobre Rudy Rodríguez, no son negativos amigo Camejo, son muy positivos porque nos despiertan la necesidad de establecer criterios comunicacionales en sintonía con el proceso revolucionario, el turismo tiene una tremenda carga ideológica, se refiere al rostro de nosotros, de lo que somos y de los que vivimos bajo este cielo y que abrimos las puertas de nuestro país a visitantes extranjeros para que contacten con el alma nacional, así como lo hacen los que van a Disneylandia. Y, repito, no es Rudy, es la ideología que representa y milita, no es Osmel Souza, es la cultura cuartarepublicana que encarna.
El “alboroto” no es con Rudy, ni con Osmel; nos alarman los dirigentes impregnados por la Cultura Mayor de la que nos habla Barroso en su libro “La Cultura del Venezolano”. Toman decisiones en sus cenáculos y luego se resisten a echar marcha atrás a sus errores. Nos alarman porque la calidad del dirigente estriba en la claridad ideológica de su visión y en su espíritu innovador, si no fuese así, entonces sería lo mismo llamar a los ejecutivos de cualquier canal para que dirijan el proceso ¿O no?
Muy oportunamente leemos que William Izarra ha dado inicio a la Misión Ideología, a la alfabetización ideológica; en un mensaje suyo que circula en internet dice, entre otras cosas que: ”la reforma opuesta a la revolución, no sólo está viva en la práctica clientelar del burócrata, sino también en individuos puntofijistas, usurpadores de la dignidad bolivariana. Ideológicamente esos “coleados” dañan el proceso...” Hay que apoyar esa Misión.
El Turismo y la estrategia comunicacional del Estado, interna y externa, están en directa relación; insistimos en que no es conveniente el uso de una figura de la Oposición, que viene del sistema del estrellato de los canales golpistas.
Finalmente, alguien debe abogar por la señora Rudy Rodríguez, no debemos permitir el escarnio de que se vea conminada a vender sus principios en pública oferta, por un puñado de dólares que le ofrece un Ministerio de esta “repugnante republiqueta”.
Marco Aurelio Rodríguez García
elmacaurelio@yahoo.es
TEXTO DE LA CARTA DEL Sr. JOSÉ RAFAEL CAMEJO
Webmaster del Portal del Ministerio de Turismo
Estimado Marco Aurelio:
A continuación le reenvio el email que le envié a la gente de aporrea,
ellos me respondieron que debo enviarselo a Ud. porque ellos no se
hacen responsables por los artículos de opinión publicados. Espero que
las siguientes líneas le de un uso apropiado.
Estimados amigos de Aporrea:
Durante estos últimos días he notado la publicación de varios
artículos negativos en su portal sobre Rudy Rodríguez haciendo
referencia sobre la imagen del turismo en Venezuela.
Yo particularmente no entiendo esta campaña negativa en contra del
nuevo Ministerio de Turismo y lo mas triste es que es originaria de
compatriotas revolucionarios que apoyan este proceso (eso creo).
Ahora bien, en mi opinión personal no veo el por qué de tanto alboroto
de que Rudy Rodríguez sea la imagen del turismo de Venezuela (no del
turismo bolivariano como lo tituló el autor, ni chavista, ni
socialista, sino de todos los venezolanos). Esto demuestra que este
Gobierno no guarda rencores, mas bien es un sentido de unión sin
importar que ideología sigue. Es una buena oportunidad para que la
unión entre nosotros se haga realidad tal como lo soñó nuestro prócer
Simón Bolívar. Yo realmente no quiero volver a los tiempos en donde te
pedían un carnet de un partido político para poder trabajar en un
cargo del gobierno. Por fin están concluyendo los días en que si no
estas con el proceso te tildan de traidor a la patria, escualido,
facista y otros etiquetamientos que los mismos chavistas han
popularizado. Me enorgullese que este Gobierno pueda tener mejor
relaciones con personas de la industria privada como Osmel Souza. Lo
importante es que cada quien cumpla con tu trabajo y lo haga bien, no
importa si es adeco, copeyano, negro, blanco, católico, judío,
heterosexual, homosexual...
Sin ir muy lejos: ¿cuántos ministros y funcionarios con altos cargos
de este gobierno han sido adecos, copeyanos, etc. la lista es
interminable verdad?
¿Cuántas personas se hacen pasar por adoradores del proceso por
sacarse una cédula, o para que le den una ayuda?. Como dijo jesús: El
que esté libre de pecados que arroje la primera piedra.
Nunca le he preguntado si Rudy Rodríguez está inscrita en el MVR o es
chavista, ya eso sería una cuestión personal de ella. Además ella fue
seleccionada para promover el turismo y no para ponerse una bandera
con la foto de chávez.
En fin, podría darles muchas razones por la cual no estoy de acuerdo
con su campaña en contra de Rudy Rodríguez y del Ministerio de
Turismo. Pero no se dan cuenta del daño que le hacen a Venezuela y al
mismo Gobierno Revolucionario con basamentos que no están
contemplados en la Constitución Nacional ni en ninguna doctrina de
este sistema revolucionario.
Atentamente,
José Rafael Camejo
webmaster del portal del Ministerio de Turismo (En construcción)
P.D. Es mi opinión personal y no necesariamente de la Institución a la
cual pertenezco.