Cuántas veces hemos oído el refrán que nos dice: Dios los echa al mundo y ellos se juntan. Está este otro, que suele oírse mucho en el oriente del país: Guaraguao y Puerco. Ambos refranes los tomo para explorar el tema-problema que intento analizar inmediatamente.
Anotemos primero unas referencias para encuadrar mejor el abordaje del tema. 1) Chávez mantiene su popularidad y el pueblo lo percibe como una persona necesaria para el país que necesitamos construir, 2) Cada espacio de poder que se pierda –Gobernación, Circuito electoral, alcaldía- es una oportunidad que ofrece al adversario, 3) Chávez tiene un alto nivel de popularidad y aceptación, pero no sucede así con los otros niveles de gobiernos o referencias de gobierno nuestro, que suelen mostrar alto niveles de rechazo, 4) No es suficiente para avanzar en el proceso, depender únicamente del Ejecutivo Nacional y de la voluntad de Chávez. Es necesario además, que la Asamblea Nacional, Las Gobernaciones, los Consejos Legislativos y las Alcaldías estén apalancando el proyecto de cambios y 5) Chávez da votos a los candidatos, pero los candidatos en funciones de gobierno desbaratan las intenciones de Chávez.
Esta deferencia aceptación-Chávez/Rechazo-autoridades locales y regionales, es en unos pocos casos estrecha y en muchos otros, ancha y larga. Este hueco que se percibe entre el nivel de aceptación de Chávez y el rechazo a gestores locales y regionales, se cuela el desaliento y su efecto son muy precisos: 1) la desmovilización y 2) Apatía frente a una elección o intentos de desestabilización. El Desaliento es un producto o una consecuencia de las malas acciones u omisiones en las que incurren regularmente las autoridades.
El desaliento también se alimenta a través de una práctica muy frecuente que podemos calificar de peloteos y embarques muy seguidos. Como sentimiento adverso hacia nosotros, se va formando por una calle rota que nunca se repara y que la comunidad está exigiendo y no se le fija una respuesta. El desaliento también se alimenta por “planes” que no fijan prioridades o por total ausencia de la práctica de la planificación en los municipios y ante estas ausencia; toman cuerpo los “proyectos” que son más rentables para las autoridades y menos necesarios para las comunidades. Vemos por ejemplo, frecuentes siembra de gramas en avenidas que después dejan secar para volver a sembrar y “ayudar” alguien o tener un mejor rendimiento con las comisiones. Frente a dos opciones no planificadas, 1) siembra de plantas en unas avenidas que a veces no están adaptadas a las condiciones ambientales y 2) un mejoramiento en una comunidad; las autoridades municipales optan generalmente por lo primero. Es aparentemente más bonito, pero menos necesario.
Ahora mismo, en el estado Anzoátegui tenemos dos días seguidos con cierres de vías principales –troncales-. Pienso que es un plan de la oposición alimentado con nuestras malas acciones y las omisiones. Hay incomodidad y malestar en comunidades y es posible que la oposición utilice su gente para crear caos con las necesidades no atendidas por las autoridades. Este desaliento contribuye a que el adversario recupere espacios para gobernar y emprender desde ahí proceso de mayor desestabilización. Así pues, que el desaliento es algo producido por nuestras autoridades, pero que se transforma en una excelente oportunidad para la oposición. Está el malestar y para generar caos se produce cierres de vías y seguidamente, llegan los medios para darle sentido a ese caos.
¿Cómo podemos percibir estos desalientos? Parece y es fácil, pero nuestros camaradas y nuestras camaradas en funciones de gobierno no parecen percibirlo así. Es cosa de ver los resultados electorales. Es cosa de revisar nuevamente los resultados de 26 de septiembre o de revisar los históricos en las ciudades más importantes del país y del estado Anzoátegui. Ahí es posible ver el desaliento.
En este caso y volviendo a los refranes, las acciones u omisiones de nuestras instancias de gobiernos, se convierten en aliados de la oposición. Los opositores tienen estos insumos para alimentar sus planes de desestabilización. Dios echó al mundo a los de la IV y nuestros gestores con sus malas acciones, le dan una manito.
@ClaudioElcuaco
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