¡La volvimos a poner! Cuando Margot y yo llegamos al Centro Comercial Ciudad Tamanaco –CCCT- pensamos por un momento que no íbamos a poder entrar al salón del Hotel donde los compañeros de La Mesa Luis XV de la Unidad se iban a reunir, y por poco nos da una vaina cuando pasamos frente a la Feria de las comidas y allí no estaban ni los mesoneros. Llegamos a las puertas del ascensor y un señor nos dijo. “A dónde va la pareja”. “A la reunión de los compañeros de la MUD”. “Y se puede saber ¿dónde es eso?”- preguntó el ascensorista. Allí nos dimos cuenta nuevamente de que estamos derrotados.
Subimos y llegamos a tiempo para escuchar a Ramón Guillermo Aveledo, Ramoncito el Cimarrona, el hombre hablaba con pena ajena, allí sólo estaban los camarógrafos, fotógrafos y periodistas del Sistema Nacional de Medios Privados. Y atrás se veía una pancarta que hablaba del compromiso con la unidad. Y todo muy bonito, pero faltaba lo más importante, faltaba el Pueblo, allí no había pueblo por ninguna parte. Y Margot me dijo: “Pero quién coño es el asesor de nuestra gente que no lleva a nuestros dirigentes a la calle, al barrio, y vienen aquí a hablar en nombre del pueblo y el pueblo no está”. Y tenía razón Margot, ella siempre tiene razón.
Y allí estaban los gobernadores. Todavía Morel y Luces Rodríguez, el gobernador de Nueva Esparta no se había enterado de que habían expropiado a Conferrys. Y Henry Falcón afocaba con unos lentes dignos de un borracho amanecido. Y estaban todos los convidados de piedra: María Responsabilidad Corina Machado, Embajada Radonski, Leopoldo pvsa López, Pablo vamos por ti Medina, en fin, todos.
Cuando Ramoncito el Cimarrona terminó de hablar, los periodista se fueron sobre Pablo Pérez y Embajada Radonski. A los demás ni los miraban. Gabriel Puerta y Andrés Velásquez se pusieron a hablar entre ellos porque nadie les hacía caso, y Pablo Medina se sentó bien lejos de Andrés Velásquez para no meterse en vainas. Es decir, allí lo menos que se veía era unidad. Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez Paz se reían de ellos mismos. Y Cecilia Sosa se hizo la loca y salió caminando hasta el ascensor y se fue sin decir esta boca es mía.
Estamos derrotados. Qué vaina. El régimen se va a enquistar en el poder. Ya ni Ramos Allup sabe qué decir. Esa cara de fracasados, es decir de Petkoff, que tenían todos firmando aquel compromiso, era tan grande, que alguien allí dijo: “Estaban más alegres cuando firmaron el Decreto Carmona”. Y María Corina le contestó: “Asume tu verbo responsabilidad”
- En mi calvario, llevando mi cruz, a duras penas.- me canta Margot.
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