Formar a quién y para qué el PSUV

Si en una cosa hemos exagerado en exceso, lo digo así conscientemente, es en el asunto de la formación. En esta actividad hemos consumidos una cantidad considerable de horas hombre y toneladas de papel imprimiendo material importante para distribuirlo en esos procesos de formación, pensando tal vez, que el asunto de la formación es llenar a los camaradas de información, cuando probablemente no sea la necesidad más apremiante que necesitamos cubrir en el campo de la formación. En esta actividad se percibe una profunda desviación en lo que respecta al sentido, estructura de contenido y actores. Bajo el lema de formación ideológica sus promotores consciente o inconscientemente contribuyen a distanciarse de lo que pretenden lograr: Crear Conciencia.

Bajo este lema de formación ideológica, se estimula a develar las “verdades” contenidas en documentos para trasladarla casi mecánicamente a ciertos contextos actuales e impedir así, el conocimiento de situaciones de mayor sentido y significación para el proceso. Formar, colocando el acento en lo ideológico, obstaculiza el fortalecimiento de estructuras conceptuales y los participantes no adquieren las herramientas a partir de las cuales puede realizar sus propias construcciones. La formación ideológica promueve una falsa conciencia o “conciencias acríticas”, porque la estructura de la formación no se fundamente en cómo se conoce o cómo se adquiere conocimiento. Esta tarea de la formación va más la información.

A pesar de ser un esfuerzo necesario uno va dándose cuenta a través de lecturas y reelecturas, que en todo esto de la formación hay necesidades mal ubicadas y actores igualmente no identificados o que se hacen invisibles. En el acercamiento que he tenido con este punto, observo que por lo general los programas de formación se orientan fundamentalmente al común y cuando digo común, hago referencia a la gente que no tiene supuestamente un manejo teórico te memas sensibles al proceso, pero creo que saben lo que quieren como comunidad y país. Ahí gastamos energía y recursos para que estos camaradas llenen los supuestos vacíos que tienen. Llenar vacíos es el término correctos para esto, porque cuando se revisa las supuestas estructuras de los “cursos de formación”, uno no deja de acordarse de aquella metáfora utilizada por Carl Rogers sobre la jarra y los vasos, para referirse a proceso de formación viciados. Se llenan vacíos con contenidos y documento que exigimos deben casi memorizar y repetir.

Uno en el análisis va observando o fijando que los programas de formación ideológica del PSUV son precisamente eso; programas de formación ideológica. Estos programas parte de varios supuestos: 1) Es necesario reafirmar una orientación y dejar claro que esta orientación es seguida por todos y todas. Lo que se dice en los cursos es apoyado por documentos y se hace ver que se práctica. De ahí por ejemplo, una alcaldía con una arepera socialista intentándonos comunicar que estamos en socialismo, pero dispone de una planta de asfalto adquirida con abultado sobreprecio. A cualquiera cosa se le coloca la etiqueta de socialista, como si esto fuera una condición o una etiqueta comercial. 2) Se deduce de esta esquema o estructura de programa de formación ideológica, que el éxito de socialismo concebido así, dependerá mas de los que compra la arepa a bajo precio, pero nunca de los funcionarios, funcionarias, gerentes públicos que compra con sobreprecios y los que súbitamente los vemos cambiar de lugar de residencias y apariencia.

A los cursos de formación ideológica que he estado como participantes, mirón o expositor, siempre en todos ellos he visto a gente pobres y venidas de los barrios. A ellos lo inducimos a oírnos y a leerse la carta de Jamaica, el discurso de Angostura y otro importante material. Partimos del supuesto, que si llegan a memorizar o retener esta información, la revolución y el socialismo está listo. No importa para el programa de formación ideológica y los promotores de estos programas, que los camaradas y las camaradas de los barrios estén claros y claras sobre la comunidad y el país que quieren y por el cual luchan. Jamás, hasta donde he podido tener conocimiento de los cursos de formación y de su estructura, se parte de otro supuesto y se involucran a otros actores de lo que si depende mucho el éxito de la revolución. Jamás he visto ni sabido de meter en un taller de formación ideológica a todos los alcaldes de un estado para darle un cierto nivel de herramienta. Estos funcionarios y funcionarias se lo saben todo y son tan inteligentes que con un desastre de administración salen con sus vidas resueltas y no necesitan saber más nunca de trabajo creador y productivo. Nunca le advertimos que el TRABAJO es el único generador de riqueza.

Saben todo lo necesario y además tienen importantes herramientas de la IV y hacen milagros. Jamás he visto cursos de formación ideológica para ellos porque saben de todo y además son personas cuyo tiempo está muy comprometido; los días y los meses son cortos de tiempo y no pueden ni deben perder tiempo en esto. Así los programas de formación ideológicas tiene no una, sino varias desviaciones y deformaciones.

@ClaudiElcuaco

Dominguezclaudio794@gmail.com



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Claudio Domínguez


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