Muchas personas hablan de los hechos históricos del 11, 12 y 13 de abril de 2002 pasando por alto las enseñanzas más importantes y los errores más peligrosos de aquellos días.
Lo primero que debemos señalar es que se planificó una conspiración gigantesca en la cual participó un buen sector de las FAN y del Gobierno, lo cual nos dice que nuestros servicios de inteligencia (DISIP, DIM y CICPC) estaban siendo controlados por los golpistas.
Luego, hay que señalar que la mayoría de los dirigentes políticos reconocidos por el Pueblo, principalmente por el apoyo que el Presidente les dio, no aparecieron. Es de vital importancia recordar las imágenes que muestra el documental La revolución no será transmitida de las horas anteriores a que el Presidente se entregara, dentro de Miraflores. ¿Qué estaban haciendo la mayoría de nuestros Ministros, Diputados y altos funcionarios del Estado en general? Lloraban, se lamentaban, estaban desmoralizados. ¿Qué estaba haciendo el Pueblo en ese mismo instante? Defendiendo el Palacio de Miraflores con su vida. ¿Se nota la diferencia? No estamos diciendo que estos funcionarios sean cobardes y mucho menos traidores, sólo que no tenían ni idea de qué hacer. Esto mismo sucedió dentro de las FAN, aunque se tengan menos testimonios videográficos. Hay que hacer la salvedad del comportamiento de algunos funcionarios del Estado que dijeron desde el principio Hay que pelear, No nos entregamos y resueltamente lo hicieron.
Lo que se quiere señalar es que sin Chávez, prácticamente, no existe nadie que dé direcciones políticas enmarcadas en la Revolución. Es decir, la vanguardia del proceso es el compañero Chávez. Esto es una fortaleza (porque garantiza la unidad) y una debilidad (porque se depende exclusivamente de un hombre, de un mortal). Es vital que los revolucionarios comencemos a encontrarnos para la constitución del Partido Revolucionario, que tanta falta hace.
Volviendo a los hechos, durante todo el 12-A, comenzaron las llamadas telefónicas y las pequeñas reuniones de un Pueblo, en general, sin la presencia de dirigentes del Gobierno; un Pueblo desarmado, sin plan de acción, sin entrenamiento militar, sin articulación con la FAN, etc.
A finales del 12-A y todo el 13-A comenzó el alzamiento popular, la protesta generalizada, y no en vano, asesinaron a decenas de personas en las calles. Para poder salir de muchos barrios y para llegar a Miraflores, se produjo una batalla de la cual poco se ha contado. Aparecieron algunas armas que comenzaron a ser usadas en defensa del Pueblo y de la Constitución. Se confrontó a la Policía Metropolitana, principalmente, hasta lograr desbordarla y pudo avanzar la masa contenida de Pueblo. Lo que se quiere señalar, es que estas armas fueron fundamentales en defensa del Pueblo; apenas unas cuantas armas empleadas, en general, de forma descoordinada. Por tanto, es falso que el Pueblo saliera pacíficamente y no usara la violencia. Como dijera C. Marx, la Violencia es la partera de la historia.
Fue cuando el Pueblo se manifestó masivamente en las calles, cuando llegó a Fuerte Tiuna, cuando llegó a Miraflores, que salieron los Militares a respaldarlo, salvo el General Baduel y compañía que ya se había manifestado el 12 de abril en la noche en Maracay. Evidentemente, sólo cuando ya se hallaron juntos Pueblo y FAN, fue incontenible la derrota de los Golpistas.
Nótese que si los golpistas no hubiesen sido tan torpes, si no hubiesen publicado ese decreto que los dividió, si hubiesen sacado a sus sectores militares a la calle a contener al Pueblo, la historia hubiese sido otra. El éxito del Pueblo tiene que ver con su valor, pero también con la soberbia de los Golpistas y, especialmente, con la tolerancia que tuvieron las FAN con el mismo.
Ahora bien, si se volviera a presentar un escenario donde la derecha (tanto la de la oposición como la que está traicionando el proceso desde el mismo Gobierno) disponga de cuerpos armados (policiales, paramilitares, invasores, sectores de la FAN, mercenarios, etc.) y donde el presidente nuevamente se ausente (Secuestro, Magnicidio, incomunicación, etc.), el desarrollo de los acontecimientos, sin duda, sería diferente.
Es para este último escenario que se comprende perfectamente la tesis Presidencial de la constitución de las Milicias Populares (MP). Las MP no deben estar pensadas para armarse y actuar en el momento que sean desbordadas las fuerzas regulares, como han sostenido muchos voceros de las FAN y del Gobierno. Las MP son el Pueblo en armas, no apenas puntualmente para resolver una confrontación con los enemigos externos e internos. Las MP deben ser parte vital de las nuevas FAN, su cuerpo, su cerebro y su corazón. Deben pensarse y construirse estratégicamente, no tácticamente. Los grupos especiales, los cuerpos blindados, la armada, la Fuerza Aérea, etc. deben ser componentes de las nuevas FAN, el Ejército del Pueblo.
La garantía de que no se secuestre el proceso, no se traicione ni se venda, es que las FAN sean el Pueblo en armas1, y no un cuerpo apartado de éste, al margen de las decisiones políticas de la nación. No puede ser una élite armada que monopolice la violencia, tal y como hacen todos los ejércitos de los estados burgueses.
Una de las principales tareas del pueblo en una revolución -dice Carlos Marx (Padre del Socialismo Científico)- es la supresión del ejército permanente para sustituirlo por el Pueblo armado2. El ejército permanente no es un cuerpo que garantice la soberanía. Los ejércitos permanentes han sido, a lo largo de la historia de la humanidad, exclusivamente una fuerza especial creada y usada por la burguesía para monopolizar la violencia y reprimir al Pueblo, para garantizar que el orden legal burgués se mantenga y que una clase siga dominando a la otra. Esta función se esconde detrás del discurso de la institucionalidad, ya que las instituciones y las leyes las hacen los burgueses. Nuestras FAN no son la excepción, fueron creadas por Gómez para garantizar su perpetuación en el poder. Su control y estructura son concebidas por la burguesía y para la burguesía y apenas se comienzan a hacer algunos cambios importantes dentro de ellas, como la modificación de la hipótesis de conflicto y el cambio de doctrina para una guerra asimétrica3.
Cuando el Pueblo llega al poder por la vía armada, destruir el viejo ejército de la sociedad burguesa es su primera y urgente labor porque la naturaleza de este ejército heredado es contraria a la propia revolución. En cambio, cuando al poder se llega por la vía democrática burguesa4, los cambios del Estado (y por lo tanto del ejército) son más graduales y peligrosos. Nótese que usamos la palabra cambios y no transformación, puesto que por la vía democrática burguesa, las transformaciones necesarias para llegar al socialismo llegan sólo hasta un techo, ya que la burguesía nacional e internacional no respeta las reglas si ven en riesgo su propia existencia como clase dominante. La violencia en este momento es impuesta y se acaba la ilusión de la construcción del Socialismo por la vía pacífica. Pero en ambos casos, en la toma del poder por la vía armada o la vía pacífica, es vital la destrucción del viejo aparato represivo.
Así como la clase dominante usa al ejército y a las policías para reprimir a los explotados, en una revolución, los explotados deben reprimir a la burguesía, pues sino ésta terminaría derrocando al Gobierno5. La ilusión de que podemos hacer una revolución bajo el consenso de todas las clases parte de un supuesto falso: Los intereses de la clase explotadora y de las clases explotadas y marginadas son conciliables. Se debe aclarar que cuando hablamos de represión no nos referimos a la represión que sufrimos los pobres o la que sufrieron los revolucionarios con las dictaduras del Cono Sur, no hablamos de desaparecidos ni torturados. Debe diferenciarse el concepto de represión de la Burguesía del concepto de represión de los revolucionarios.
Cuando hablamos de reprimir a la burguesía hablamos de suprimir todos sus intentos por volver a lo viejo, por más inofensivos que parezcan. Hablamos de suprimir su control sobre los medios de comunicación, de suprimir sus cuerpos militares privados, sus recursos económicos, sus saboteos a la construcción de la nueva sociedad, etc. Esta tarea debe descansar sobre todo el Pueblo. La diferencia (y uno de los errores de la Unión Soviética) es que la represión del Pueblo sobre la minoría explotadora la debe ejercer todo el pueblo y no una nueva élite armada que represente los intereses del Pueblo. Para muestra actual un botón: ¿qué ha pasado con los grupos armados que han surgido en los últimos años de supuestos revolucionarios?, se han transformado en represores del Pueblo y rompehuelgas de las justas protestas que se hacen contra funcionarios corruptos. Ya no debemos preocuparnos únicamente por la derecha que nos quiere reprimir, sino también por estos grupos comprados por la corrupción.
Por ende, si en alguna parte debemos practicar la democracia participativa y protagónica es en las nuevas FAN, porque la historia nos indica que quien controla las armas controla las decisiones.
Deseamos que nunca más sea necesario empuñar las armas en nación alguna y que nuestro suelo nunca sea pisado por el invasor, pero estos deseos no bastan para impedir la realidad. En la medida de que el imperio incremente su crisis, irá aumentando su carácter violento hasta su muerte. Y todo indica que veremos este suceso y hasta seremos protagonistas.
Sergio Sánchez
sergioutopia@yahoo.es
Utopía / Corriente Marxista Bolivariana
Notas:
1 Cuando hablamos del Pueblo en armas no hablamos de que cada persona ande con un fusil cruzado en la espalda y lo use a su antojo. Hablamos de que las armas y su uso no estén bajo el control de un cuerpo separado del Pueblo, sino del propio Pueblo organizado.
2 La Guerra Civil en Francia. C. Marx.
3 Es importante señalar que, a pesar de que se desarrolla la Revolución Bolivariana, dentro de las academias militares, especialmente en la aviación y en la armada, siguen los mismos profesores, con las mismas concepciones, con los mismos planes de estudio. Además, en la aviación, por dar un ejemplo, el ingreso hace 15 años era prácticamente gratuito, ahora cuesta varios cientos de miles de bolívares. Esta medida no es una casualidad, es una política de la burguesía que se coló y nadie con poder en el Gobierno la ha detectado.
4 Se llega por una vía democrática burguesa porque son espacios que abre la burguesía dentro de su concepto de democracia que permiten, bajo ciertas circunstancias, que revolucionarios puedan llegar al Gobierno.
5 Obsérvese la experiencia de la Comuna de París y las reflexiones de Marx y Engels al respecto.