Sí, tu. Traidor, sigue corriéndole al combatiente que cuando partieron las pantallas el 11-04-2002 a las 4pm, los asesinos de azul (ojo: algunos) cumplieron tu criminal mandato: lo acribillaron entre dos fuegos. Luego habló el oficial Delgado con un desliz humanístico: “…no estoy dispuesto a seguir matando gente” dijo, entre otras repugnancias. En la embajada Yanqui lo “domaron” para el abrazo televisado de la sumisión. Ahora, a 6 años de aquella masacre, también se acostumbró al silencio cómplice, tendente al borrón y cuenta nueva para el asesino (lamentablemente periodista), traidor a la confianza del Presidente Chávez pero sí complaciente con la CIA y el pataruco de Henrique Otero.
Fue aquel un abrazo pantallero, mientras por el momento centenares de familias lloraban impotentes la muerte de sus seres queridos. Particularmente en los barrios pobres, donde llegaba el garfio asesino del General Bustillos, candidato de Peña para la dirección de Cotiza y congraciado de Carmona el breve.
Por su parte, el Goebbels en que se ha transmutado el tal Federico Ravell (el nombre de pila de su padre le queda grande) parece que siente un desajuste en su diabólico regusto. Se le adelantó peñita. Él, Ravell, aspiraba la medalla por la liquidación física del luchador por los pobres que fue José Alexis González Revette. Fue que éste lo enfrentó y le desplazó las cámaras cizañeras de Globovisión, que tenia instaladas en el “Chato Candela”, para que no siguiera mintiendo desde allí. El odio de Ravell contra Alexis tiene parangón con el de Peña. Pero éste se le adelantó, después de una manifestación de repudio contra las falsedades de Henrique Otero, frente a “El Nacional”. Sin embargo dos de los jóvenes de “Alexis Vive”, cayeron masacrados en la Capuchinos por los sicarios de La Florida. No hay culpables. La CIA es un camuflaje detrás de Globovisión.
Pero lo mas extraño es el silencio que se tiene como encubridor de los crímenes cometidos por el traidor Alfredo Peña. Lo que no quiere decir que sus esbirros ejecutores sean inculpados. Al contrario son reos de lesa humanidad. Pero estos no actuaron huérfanos de actor intelectual inmediato superior, congraciado a su vez con el cerebro de maquinación golpista de la embajada yanqui.
¿Es que acaso se requieren mas evidencias que las del hecho mismo de ser Alfredo Peña el máximo e inmediato jefe de los policías que asesinaron a muchos compatriotas el 11-12 y 13 de Abril de 2002, entre ellos, Alexis González?. ¿Es que acaso, nadie vio cuando el mismo Peña se uniformó para seguir comandando el pelotón que había dejado el oficial Delgado?.
Luego entonces, si a este viejo comunista, quien recibió la infausta noticia del asesinato del camarada Alexis, postrado en una cama, y que al año casi a rastras se acercó a un periódico amigo para denunciar el silencio que ya se vislumbraba cómplice, y le pidieron pruebas de la participación criminal de Peña, uno no puede mas que concluir en una requisitoria semejante al hermano del asesinado, presente en el momento de la acción criminal. Y lo mas antihumano, a la propia esposa, la sandinista y madre de sus hijos menores, quien fue atropellada y, a empujones, fue sacada de la sala hospitalaria por los mismo criminales, quienes desconectaron los conductos del oxigeno que ayudaba en la respiración pre-operatoria. El hombre, el valiente camarada, expiró.
Para cerrar esta queja, el viernes próximo, 11 de abril a las 4pm, se cumplirán 6 años del vil asesinato del camarada José Alexis González Revette. Un abrazo solidario al viejo Esteban. Y a los muchachos de “Alexis Vive”, un apretón de manos revolucionario para que, si en algo contribuimos, no desmayar en la lucha para defender esta revolución dirigida por Hugo Chávez Frías que, de paso, es exaltar la memoria y valentía del camarada Alexis, quien jamás creyó en cánticos de hiena ni en infiltrados de la CIA, para gritar: ¡Patria, Socialismo o barbarie, Venceremos!.
pedromendez_bna@yahoo.es