Cinthya Machado Zuloaga saca de su cartera Prada un vaso con la cara de Carlos Andrés Pérez, un cenicero con la foto de Jaime Lusinchi, una pipa de Rómulo Betancourt, el pito de Luis María Piñerua y lo toca, y en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco se escucha claramente el sonido: Piii-ñeee-ruuu-a, saca también una figura de Juan Bimba en yeso. Coloca todo sobre la mesa. Desde lejos el mesonero está viendo con su cara de asombro y ella dice: “Vuelve la cultura adeca, amigo”
El mesonero se acerca con la botellita de agua Evian y el café negro. Ve toda aquella mercancía adeca sobre la mesa y dice. “Señorita, ¿se metió a buhonera de la cultura adeca?”. Ella sonríe y el mesonero sigue: “Debo decirle que una mujer tan linda como usted, cuando coloca todo ese mamotreto adeco cerca de usted, la perjudica.”. Ella sonríe y el mesonero se marcha como siempre, de espaldas, para seguir viendo a la mujer más linda de todos los mundos.
Y entonces Cinthya toma la palabra: “Déjame que te cuente, margariteño. Anoche hubo conferencia en el CEN de los Machado Zuloaga, es decir, de la familia. Y mi padre llevó la voz cantante. Y apuntó, señaló, y dijo que el compañero Rómulo había creado el lenguaje adeco para que el pueblo se identificara con esos valores. Y a las cosas viejas las llamó obsoletas y periclitadas, y a la hallaca le dijo la multisápida, y a la delincuencia la llamó hampoducto, y en fin, el hombre fue creando la cultura adeca en el lenguaje del venezolano. Más adelante el compañero Piñerua, viendo que el compañero Lusinchi no abandonaba su secretaria privada, la Dra. Blanca Ibáñez, calificó aquello como el barraganato, y a ella la llamó la Barragana, y así enriqueció el léxico de la cultura adeca. Ahora quien ha hecho todo lo posible por pegar una palabra en el diccionario adeco es Ramos Allup, y ha dicho de todo, desde petimetres a lechuguinos y culillometro, pero no ha logrado pegar ninguna, donde sí ha pegado es en la viveza adeca, y allí está apoyando a Pablo Pérez y dejando a Antonio Ledezma jugando banco. Y un jodedor pregunto allí, y quién le va secar el llanto a Ledezma, si pasó Ramos Allup y le dejó el corazón como capilla sin santo”
Metió su mercancía adeca en la cartera y dijo: “La cultura adeca viene”.
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