Los antivalores de una clase media antichavista

Recientemente, un “experto” articulista de fin de semana criticaba duramente a sus copartidarios de oposición por asumir de manera frívola el compromiso político, poniendo como ejemplo a las féminas activistas que llenaban los mas afamados salones de belleza antes de acudir a las marchas contra el "régimen". Esa misma clase media antichavista que le rinde culto a la belleza de Osmel Souza y su Miss Venezuela, es a la que se refiere el periodista Juan Forero en un reportaje publicado el pasado 15 de abril en el New York Times, el cual muestra a padres venezolanos inculcando en sus hijos la “cultura de la belleza” desde muy temprana edad, causando indignación entre sus lectores.

En este reportaje, Forero evidencia como niñas de hasta 5 años atienden seis horas de clase a la semana en institutos de modelaje como Herman’s y Gissele para aprender a caminar, tomar un tenedor y maquillarse. Una niña de apenas 7 años, por ejemplo, asegura que su madre decidió desde hace tiempo que algún día sería lo suficientemente bella para modelar o competir por la corona de Miss Venezuela. Asimismo, Forero presenta a una estudiante de 18 años quien asegura haber sido presionada por su madre desde los 14 años para acudir al quirófano, y en cuatro años se ha realizado cuatro cirugías de nariz y un implante de senos. La joven Liliana Da Silva, de 21 años, también se realizó un implante de senos con la esperanza de competir en el Miss Venezuela, ya que "todas las niñas solo sueñan con ser Miss Venezuela cuando sean grandes." De ello no tiene dudas Germán Suárez, quien le manifestó a Forero que los 6 años de su hija eran suficientes para que participara activamente en concursos de belleza. De acuerdo a Forero, los padres de clase media no escatiman esfuerzos para cancelar grandes sumas de dinero con la esperanza de ver a sus hijas "bien paradas", así no lleguen a ser modelos o reinas de belleza. Un curso de 700 dólares en la academia Giselle, por ejemplo, no solo enseña "belleza y el glamour" como lo indica su administradora, sino también "aspectos de crucial importancia, como diferenciar el tenedor del pescado al de la ensalada, o como causar sensación subiendo las esclareas." Sin embargo, lo mas revelador del reportaje de Forero son las declaraciones ofrecidas por Hermán Vallenilla, fundador del instituto Herman’s, en las que considera un error pensar que "lo importante es lo que se lleva adentro" ya que "nadie se le acercará a una mujer fea para preguntarle qué es lo que lleva por dentro", mostrando así un total desprecio y discriminación hacia el género femenino, lo cual es transmitido a la clase media e inculcado en pequeños niños.

Una de las causas de la prominencia en Venezuela de antivalores como el racismo, discriminación de género, pantallería, vanidad, frivolidad y obtención de dinero fácil, se debe al bombardeo mediático al que ha estado expuesta la sociedad desde hace mas de cuarenta años. Es por ello que el Estado no escapa de su responsabilidad en actuar en beneficio de los ciudadanos y la infancia, sea promoviendo apropiados valores a través de programas educativos y culturales como el distribuir gratuitamente en todos los rincones del país una edición de “Don Quijote de la Mancha”, o mediante la rigurosa aplicación de Ley Resorte para evitar que pequeños niños estén expuestos a mensajes inapropiados y valores distorsionados como el de creer que mujeres jóvenes requieren de una cirugía en la nariz y un implante de senos para ser exitosas.

Internacionalista, MA


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Antonio García Danglades


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