Se supone que estamos embarcados en el esfuerzo generoso de construir el Gran Polo Patriótico y que ello implica, para los luchadores y luchadoras de este país, una actitud crítica pero amplia que nos permita dialogar tanto con las personas desilusionadas como con las que no están convencidas de la justeza del proceso bolivariano.
Esa actitud, obligatoriamente acompañada de medidas correctivas de nuestras fallas y omisiones, es la única manera posible de lograr una victoria contundente el 7 de octubre de 2012 y sobre todo de reunir, más allá de lo electoral y de manera convencida, a millones de hombres y mujeres para construir una nueva sociedad.
El debate y la crítica deben ser usados para ese objetivo y no para ensayar “réplicas” que yendo en un solo sentido y cerrando las puertas para la recapacitación, expulsan “definitivamente” a personas que pudiendo tener posiciones cuestionables, pueden todavía participar de la construcción imperfecta de esa nueva utopía que nos requiere a todas y a todos.
El
compatriota Nelson Lanz Fuentes publicó recientemente un artículo en aporrea
(29/11) en el cual termina anunciando que no enviará más opiniones a este medio,
que abandona la política y que no puede (“dictado por su conciencia”) seguir
apoyando al Presidente Chávez en función de una serie de errores por él
cometido, llegando a la acusación de que el Presidente se entregó totalmente a
la oligarquía colombiana “tal y como lo
hicieron los adecos y copeyanos en épocas anteriores.”
Por supuesto que la acusación que le hace Nelson Lanz al Presidente nos parece infundada y fuera de lugar, pero al declarar que a partir de eso dejará la política, algo nos dice que estamos en presencia de algo más complejo que un simple desacuerdo político-ideológico. Nos parece que estamos ante un individuo inmerso en dilemas que la política ortodoxa no intenta comprender y que no se pueden explicar superficialmente por una opción ideológica. Sin embargo, la compatriota Mónica Hernández ante los argumentos de Nelson Lanz le responde con una una réplica (30/11) que no analisa su contradictorio discurso y que se conforma con acusarlo de decir “estupideces”, de ser un “envidioso”, “renegado”, “traidor” y “pitiyanqui” y que emplea argumentos que ella no “extraña en lo absoluto”.
Buscando pistas de porque Mónica Hernández no se se extraña con los argumentos empleados por Nelson Lanz, rastreamos un poco en aporrea para conocer otras opiniones emitidas por él y solo encontramos críticas a líderes de la oposición, una crítica constructiva a Mario Silva de La Hojilla, otro artículo sobre nuestra supuesta postura claudicante frente al Presidente Santos de Colombia y otro donde dice que “por fin se conoce por qué Chávez raspó a (Eduardo) Samán”, algo que dígase de paso, nunca terminó de quedar bien aclarado por parte de nuestro gobierno. No identificamos sin embargo nada que pudiese ser interpretado como una reiterada linea opositora o de continuidad en la supuesta “traición” al proceso bolivariano.
De igual manera al leer la “réplica” de Eduardo Palacios Sevilllano (30/11) nos deparamos también con una actitud muy poco humilde y con un sesgo sectario a punto de celebrar que se haya perdido el apoyo de Nelson Lanz para el proceso bolivariano. De una manera provocadora (¿para qué?) Sevillano le dice a este compatriota: “menos mal que no puedes seguir apoyando al Presidente.”
Estamos
iniciando el esfuerzo político para conquistar los 10 millones de
votos, y en lugar de lamentarnos que alguien nos abandone, lo celebramos
con una autosuficiencia que no es para nada revolucionaria. Es al
contrario compatriota, pues
quien pretende cambiar el mundo debe intentar siempre que sea posible sumar más y más
voluntades.
Hacia el final de su replica el compatriota Sevillano le termina diciendo a quien considera su “amigo”:
“Ya estarás abrazado con Ismael García, y quién sabe si con una sección en Globoterror o en Unión Radio (Éxitos). ¡Dale, que aceptan a cualquiera!
Ah, a lo mejor acompañas a KIKO y a
Roland Carreño en “Pingas Noches” y te destacas por demás ampliando la burlita
ridícula que les permitimos en esta falta de libertad.”
Invitamos a quienes se hayan sentido motivados a leer esta polémica, les proponemos leer:
1) El artículo de Nelson Lanz:
Aporrea: Lo siento mucho señor presidente: pero ya no puedo seguir apoyándolo.
www.aporrea.org/actualidad/a134491.html
2) La réplica de Mónica Hernandez:
www.aporrea.org/ideologia/a134552.htm
3) La réplica de Eduardo Palacios:
Lo siento mucho, señor Nelson Jesús Lanz, pero menos mal que no puedes seguir apoyando al Presidente
aporrea.org/actualidad/a134515.html
Finalmente reproducimos la breve carta que le enviamos al compatriota Nelson Lanz (29/11), con la intención de que medite y recapacite sobre su postura y su decisión, meditación y recapacitación que extendemos humildemente a Mónica Hernández y a Eduardo Palacios ya que todos seremos más y mejores revolucionarios en la medida que seamos más capaces de criticar para incluir y no al contrario.
Estimado compatriota:
Acabo de leer su nota y le sugiero medite sobre las motivaciones reales y
profundas de "su decisión"
1) Uno puede intentar colocarse en el dolor desgarrador interno de una persona
que agobiada por las miserias y brutalidades del capitalismo termina optando
por suicidarse, pero es obligado a constatar después que con su acción practicó
la impotencia y queriéndolo o no, al entregar su vida le dijo al sistema,
"venciste".
2) Como no es su caso, uno entonces se pregunta cuál es la razón verdadera de
su declaración pública y no puede sino llegar a la conclusión lógica que su
discurso escrito lo que pretende es procesar un autoconvencimiento psíquico que
legitime su abandono de la lucha para entregarse a vivir una vida sistémica
dentro del capitalismo, lo que implica participar de su reproducción y de su
lógica, es decir, legitimarlo. No hay escape posible para quien declara
"me retiro de la política".
El que declara retirarse de la política, a sabiendas de que el sistema
capitalista no se retirará y que sigue vivito y coleando en Venezuela y en el
mundo, declara su apoyo al sistema, aunque no lo quiera aceptar. No hay escape
posible y usted si coloca su razón frente a su psicología lo sabe muy bien.
3) Si todos sus argumentos para justificar su decisión fuesen correctos y
verdaderos (dejemos eso para después), usted en lugar de retirarse de la política
y de encerrar su "despedida" con el ya superado y retórico
"patria o muerte, venceremos" tendría, al contrario, que
intentar reunir a todos los venezolanos y venezolanas que compartiesen sus
conclusiones para lanzarse a la construcción de otra alternativa mejor. Sin
embargo usted no hace eso y ni siquiera se pregunta con honestidad y ética como
puede apostar-vaticinar que "venceremos" sin dar la pelea política.
Usted no terminó diciendo, "venzan" o "traten de vencer"
porque ya no pretende seguir en la lucha, usted dice "venceremos", es
decir, que usted se incluye, pero ¿cómo puede hacerlo si se está retirando de
la política? ¿O es que pretende acaso incluirse en una victoria de la que no
participará?
El que se retira, pierde por abandono y usted lo sabe. No hay lugar para
esconderse en un mundo globalizado por el capitalismo, o como dice usted mismo.
"morrocoy no sube palo ni cachicamo se afeita"
Está en todo el derecho de tomar sus decisiones y opciones personales, pero
asumiendo las consecuencias éticas de las mismas. Asuma en todo caso que se
cansó de dar la pelea pero no use un discurso encubridor por temor a admitirlo.
Los compañeros de Alfonso Cano, equivocados o no en proseguir la lucha armada,
podrán vengar quizás algún día su muerte, pero y usted ¿Que podrá hacer al
retirarse de la política en Venezuela y en el mundo? NADA.
Medite a solas con usted mismo e intenté descubrir la razones que en el pasado
lo llevaron a defender posiciones revolucionarias y tal vez encontrará las
causas verdaderas que lo impulsan inconscientemente a abandonar ahora la lucha.
Pero no olvide, que usted sigue siendo necesario porque la lucha por la utopía
nos necesita a todas y todos.
Saludos: Anisio Pires