Quienes nos graduamos hace cuatro décadas, algo más o mucho menos, de médicos cirujanos, pero que nuestra alma estaba poseída por la pasión revolucionaria y luego nuestra conciencia acerada por la teoría y la práctica del sueño, de la esperanza del cambio social, profundo, radical, resultamos de un parto en una sociedad totalmente ajena a nuestro pensamiento. Algunos de nuestros profesores nos encendieron la luz, otros, la apagaron. Sin excepción todos los médicos y médicas formados en las escuelas de medicina de las Universidades Autónomas fuimos víctimas de la perversa formación flexneriana, a pesar de que voces lúcidas y valientes nos hablaron, hasta con pasión de la atención primaria en salud. Pero el negocio de la enfermedad, siempre se impuso. Creo que no existe ninguna sensación superior en mi vida que la que sentí cuando comencé a trabajar en un pequeño y amado pueblo, Canoabo y sentí o tomé conciencia que la vida de sus ciudadanos, en buena parte dependía de mi. También comenzó un calvario, porque en esa realidad social mis sueños de revolución tropezaron con todas las perversiones de diversa naturaleza a las que conducía la concepción capitalista de las políticas de salud que se desprendían de la constitución del año 1961. Ya comenzaba la mercantilización de la práctica médica en esos años, si bien se acentuó en las décadas 80, 90. No fueron pocos los colegas que dejaron su compromiso revolucionario en el camino por un bozal de arepa, otros cedieron con la diáspora de los revolucionarios venezolanos y lo más vergonzoso no pocos saltaron la talanquera con todo y ropa. Muchos decidimos nuestra militancia revolucionaria en otros ámbitos. La ética y la moral a la que se refiere el maestro Dr. Luís Razetti en su conocido texto, hace décadas que se desliza por un barranco, que no ha tocado fondo todavía. En algún momento en los años 90 se dijo que Venezuela tenia la proporción ídeal , sugerida por la OMS, de médicos por habitantes. Pero no señalaban que los médicos se ubicaban en las zonas urbanas, lejos, muy lejos de nuestro pueblo, que sus prácticas privadas estaban cada vez más lejos de los más necesitados. Se crearon organismos, estimulados por la cuarta república, como los colegios de médicos, una federación y hasta un instituto de previsión social, que no solo contribuyeron a la diabólica fragmentación del equipo de salud sino que n nombre de defender los intereses de los médicos solo sirvió para con solidar una perversa clase política medica (de todas las tendencias políticas), que tolera una privilegiada (y reducida) clase médica ostentosa, adinerada, y concomitantemente la proliferación creciente de un proletariado médico. Es posible que la memoria y algunos perversos mecanismos mediáticos olviden el desastre sanitario que recibió la Revolución Bolivariana, pero ello nos obligo a tomar medidas heroicas con fundaciones y misiones destinadas a mitigar la gigantesca deuda social en salud.. Mucho se logró. Pero era necesario salir de la contingencia y dotar a nuestro proceso Revolucionario de una política de salud que respondiera a lo establecido en los artículos 63, 84, 85 y 122 de nuestra constitución. Surge en el 2003 Barrio Adentro 1, luego el 2 y el 3 e incluso los hospitales súper especializados, (4), más no espontáneamente, sino imaginado por dos gigantes de la Revolución: Hugo Chávez y Fidel Castro. El apoyo de la República de Cuba fue y es invalorable en todo sentido. Por fin los más humildes de mi tierra, tuvieron un médico y un equipo de salud cerca de la casa. Un equipo local de salud y una política para construir salud y no solo encarar la enfermedad. Un equipo que vinculaba nuestra población con todas las misiones de la Revolución, porque la salud era y es acabar con la exclusión en todos los sentidos. Pero es valioso apoyo cubano había que fortalecerlo con profesionales, técnicos y trabajadores de la salud Venezolanos. Para fortalecer la política, para consolidarla, para ampliarla con la más humana solidaridad, nacional e internacional. Surge así la escuela latinoamericana de medicina en Venezuela y el curso para la formación de médicos generales integrales.
Ocho mil doscientos colegas están saliendo hoy, vienen muchos más. Los viejos y nuevos camaradas y compatriotas de CONAMEV, los FELICITA y nos produce una inmensa alegría. Ustedes son los primeros jóvenes en el mundo en recibir una formación tan especial. Con Ustedes se liquido el secular esquema flexneriano. A Ustedes los prepararon para la salud, para evitar enfermedades y en Ustedes tenemos cifradas los revolucionarios del equipo de salud todas nuestras esperanzas. El sueño que nosotros no pudimos cumplir esta en vuestras manos. Nuestro pueblo, quienes tienen menos recursos, probablemente de donde provienen la mayoría de Ustedes tienen cifradas esperanzas en Ustedes y estamos totalmente seguros de que no serán defraudados. Se que ya han experimentado que la lucha no es fácil, numerosas han sido las críticas, diversas. Muchos discursos confusos, de pseudos revolucionarios, anclados en la cuarta republica. Hay quienes quieren cobrar circunstanciales apoyos a Barrio Adentro. Hay quienes se quedaron como viudas plañideras de las estructuras cuartorepublicanas. La sabia política deslindó los campos.
Ustedes son los soldados de la salud de la Revolución Bolivariana. Por supuesto que todavía queda mucho por resolver, pero hoy a diferencia de hace 40 a los es dentro de nuestra hermosa Revolución Bolivariana.
Se puede hablar de muchos temas, pero creo que hay uno fundamental. La organización. Tienen Ustedes la brillante oportunidad de liquidar los colegios y la federación médica. Surge como obvio, como ocurre en numerosos Países, la necesidad imperante de construir el sindicato único de trabajadores de la salud. Lo verdaderamente revolucionario hoy es el sindicato. Ceder a los cantos de sirena de algunos colegios constituye sencillamente traicionar la naturaleza y el espíritu para lo que fueron formados. Cuanto más unidos estemos en el ejército de la salud, mayores serán los éxitos en las batallas por venir. CONSTITUYE UN VERDADERO PRIVILEGIO PERTENECER A ESTA PROMOCIÓN. RECIBAN UN SALUDO REVOLUCIONARIO Y BOLIVARIANO. NECESARIO ES VENCER
Roger Capella Mateo (miembro de CONAMEV)
rogercapella@gmail.com