En estos días decembrinos de consumismo y derroche, se hace más evidente la brecha existencial entre los que más tienen y los que carecen de lo básico.
Se hace necesario tomar conciencia, ya que se siente indignación ante hechos, acciones y actitudes tan banales, que llega hasta la frustración. Definamos Lujo, para ver hasta dónde llega la necesidad real.
El Lujo es: La abundancia u ostentación de riqueza y grandes comodidades que tiene una persona. Gasto excesivo y superfluo en bienes de consumo que no son necesarios o imprescindibles para vivir. Tal es el hecho que…
Veamos unos casos frívolos:
*Las críticas le han llovido a una diseñadora neoyorquina tras la presentación de su nueva colección de moda primavera 2012. La foto lleva un contraste que muchos rechazan: De una parte la espectacular modelo Adriana Lima con un vestido de 1.500 euros y a un lado, sugeridos y menos iluminados dos jóvenes negros haitianos, que no se sabe muy bien qué pintan en la escena.
*Leí hace poco la noticia de que en uno de los palacios del depuesto presidente tunecino Ben Ali, su mujer, Leila Trabelsi, guardaba mil pares de zapatos de las marcas más caras y prestigiosas. ¡Mil pares de zapatos!.
*Tampoco la novia de Cristiano Ronaldo, la modelo Irina Shayk, tiene más orejas, cuellos o manos que el resto de la humanidad, pero puede lucir pendientes, anillos y brazaletes de diamantes, regalo de su enamorado, por valor de 117.000 euros.
Lujo o exceso?...
*Finalmente, circula por la red un terrible montaje hecho de dos fotos contrapuestas: En una se ve a un niño africano tendido en el suelo, hambriento, enfermo, probablemente cercano a morir. En la otra, un árbol de Navidad y una chimenea y, alrededor, muchos paquetes de regalos con sus papeles de colores y sus lazos y algunos muñecos de Papá Noel o Santa Klaus. La leyenda de la foto propone un ejercicio ético: Define la necesidad.
La lección es que: Cuanto mayor sea la cantidad de mercancías que se proponga al sujeto del capitalismo de consumo, mayor será el hambre de los ricos, pero también la de los pobres, pues los recursos del planeta y del trabajo humano son acaparados por los más ricos en detrimento de la mayoría.
Hay quienes se hacen ricos, y no tienen nada: Y hay quienes se hacen pobres, y tienen muchas riquezas. Proverbios. 13: 7.