El sabia que el cáncer de las naciones poderosas, es la injusticia, contra los pueblos débiles; el veía reinar esa injusticia contra nuestra patria, como una divinidad no destinada a sufrir los ultrajes, que habían sometido al pueblo venezolano.
Porque aquella mal llamada democracia envejecida del puntofijismo, fuerte en su tradición, de desdén hacia el pueblo y de odio a toda innovación, había cerrado violentamente las puertas de las reformas sociales por la que dieron su vida, la camarada Livia Gouverneur, Fabricio Ojeda, Chema Saher y cientos de jóvenes revolucionarios, donde no hay espacio en este artículo para nombrarlos.
Hoy se sabe que cerrada la puerta de la reforma social, se abrió la puerta de la revolución bolivariana dirigida por el Tribilin de Sabaneta (Comandante Hugo Rafael Chávez Frías) contra el cual se esgrimen armas tan miserables usadas por la canalla mediática que busca devorarlo con medios empañados de mentiras y subterfugios, no hay derecho de manchar la honra de un presidente, de un hombre, de un gran luchador social que día y noche vive buscando los medios para aliviar las necesidades de nuestro pueblo, que al llegar a Miraflores su empeño fue resolver el menester social que aquejaba al país, porque su obsesión y pasión por la justicia lo llevó a solidarizarse con el pueblo, heredero de las glorias de nuestro libertador Simón Bolívar.
Hoy con acertada decisión ha fundado una nueva misión, los hijos de Venezuela. Misión que velará por el bienestar social de los niños, niñas y madres en estado deplorable de pobreza extrema, para que puedan “Vivir Viviendo” como bien lo dice nuestro presidente.
Se sabe que nuestra constitución le permite restablecer la equidad para combatir la injusticia. Injusticia que se cometió contra nuestro pueblo antes de llegar la Revolución Bolivariana. El país se encontraba en una pobreza crítica donde el poder económico y la tierra se encontraban en pocas manos. Un país en esas condiciones está establecido sobre bases nefastas, de desigualdad social, atrapada por manos foráneas. Entonces en una sociedad en estas condiciones, reina la injusticia, y la muerte no tarda en aparecer, sobre aquellos pueblos que le negaron el medio de vivir con dignidad.
Esta oligarquía no puede hablar de refundar la república, porque ellos fueron incapaces de ejecutarla cuando gobernaron este país.
Esta ha sido una oligarquía egoísta que siempre vivió en conchupancia con partidos políticos de su misma calaña, para así dominar al pueblo y someterlo a sus burdas intensiones, que no era otra cosa que la explotación.
La historia ha demostrado en su constante línea que el adalid de las muchedumbres, nace en el corazón de las clases de precario bienestar social, del entorno donde nació el hoy presidente de la república Hugo Rafael Chávez Frías.
Razón por la cual nuestro presidente trabaja incansablemente, para evitar que nuestra patria vuelva a caer en manos de la casta política inescrupulosa, porque su lumbre de estadista seguirá alumbrando y fulminara sobre esa podredumbre desolada de los tiempos y el peso de su liderazgo y de su vida reflejará como el relámpago del Catatumbo con sus destellos de luz que brilla en al inmensidad.
“Siempre ha sido así. La vileza, tarea mas fácil acusar a un hombre grande que comprenderlo”.
El comandante Chávez es de los hombres en que el valor crece a medida de los obstáculos y la calumnia no hace otra cosa que acrecentar su audacia para triunfar y vencer.
Es un hombre que ama la libertad, ama la muerte, y no teme dar la vida si es preciso para salvar la república, ni tiembla al recibirla si ella es necesaria para la salud de la patria; como quedó demostrado con las vaguadas y crecidas de ríos, poniendo en peligro su vida para socorrer a quienes se encontraban en peligro de ser arrastrados por las corrientes de torrenciales aguaceros.
Debido a ese trajinar,
se quebranto su salud. Hoy gracias a dios y a la virgen María se esta
recuperando para seguir amando a su pueblo, con el mismo amor que ha
brindado a niños y ancianos, sin imitación de gestos y articulaciones,
ya que los besos que brinda a nuestros niños salen espontáneamente
de su corazón. ¡Así es el comandante Hugo Rafael Chávez Frías!
¡Patria socialista, Viviremos y Venceremos!