La televisión, a pesar de haber aparecido en el siglo pasado, es sin dudas uno de los grandes inventos de la humanidad.
La
televisión, en sus primeros años fue más una herramienta ideológica
para imponer ideas y estilo de vida, pasatiempo familiar, el mejor
aliado para la sociedad que fundamentaba el sistema económico en la
compra-venta masiva ¡sociedad de consumo!
Con
la humillante derrota en la guerra de Vietnam, EEUU aprendió que la
televisión era una potente herramienta propagandística, política y
militar.
En
medio de la traumática experiencia vietnamita los EEUU realizan el
primer ataque propagandístico mundial en el contexto de la guerra fría;
con la instalación de una cámara de “televisión espacial” y la posterior transmisión
para el mundo de la “supuesta” llegada del primer hombre a la luna –el
21 de julio de 1969- cuando increíblemente el presidente Richard Nixon,
adelantándose a su época con la guerra espacial y misiles estratégicos
¿se comunicó? telefónicamente con Neil Armstrong y lanzó el guión de los
valores imperiales:
Nixon:
“Hola Neil y Buzz, les estoy hablando por teléfono desde el Despacho
Oval… desde ahora el cielo forma parte del mundo de los hombres… ello
nos recuerda que tenemos que duplicar los esfuerzos para traer la paz y
la tranquilidad a la Tierra…”.
Armstrong:
“… para nosotros es un honor y un privilegio estar aquí. Representamos
no solo a los Estados Unidos, sino también a los hombres de paz de todos
los países”.
La televisión: ¿la caja boba?
¡El Socialismo se gana y se pierde en la cabeza de los Pueblos!
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