La conflictividad social es contenida por la Revolución Bolivariana. Somos un proceso de cambio radical de la sociedad que se mantiene en Paz como premisa que sostiene la integridad nacional.
Fijarse de esta realidad es la primera condición que lleva a los patriotas hacia unificación de la fuerza para mantener el poder del gobierno en las próximas elecciones. Entregar el poder, constituye una traición en contra del pueblo venezolano que quiere, sobretodas las cosas, vivir en Paz.
En trece años, la oligarquía venezolana, el aparato militar industrial imperialista, los oligopolios mundiales y el aparato político de la burguesía (ad, copei y sus derivados) han perdido sistemáticamente los negocios alrededor del petróleo venezolano, que les permitieron constituirse en la clase dominante de nuestro país. La alianza económica y política de la burguesía fue resquebrajada por nosotros. Hoy quieren reconstituir sus negocios.
Los antiguos dirigentes del Estado venezolano solo se ocuparon de sí mismos, de empobrecer material y espiritualmente al pueblo y de aliarse con el imperialismo para la entrega del petróleo, hoy desprecian como PDVSA sirve para el financiamiento de la lucha social contra la pobreza y la exclusión, desechan nuestras propuestas de Poder Popular, descartan nuestro sentimiento patriota y odian que Chávez promueva la alianza con pueblos latinoamericanos y caribeños, así como con potencias distintas a Estados Unidos. La burguesía, despreció, desprecia, y perseguirá cualquier sentimiento de soberanía popular, de independencia y patriotismo.
Chávez señala con precisión que debemos “darnos cuenta de esto para explicarle al pueblo”. Allí está el reto de la vanguardia revolucionaria, no solo del PSUV sino de todo el que incide en su realidad para apoyar a la revolución. Explicar de todas las formas posibles “escuchando las críticas” haciendo comprender que la única alternativa de paz, desarrollo, crecimiento y patria es con la Revolución Bolivariana y con Chávez en la presidencia.
Vuelve el reto de la propaganda revolucionaria a la calle para confrontar la mimetización que desarrolla el imperialismo en contra del pueblo venezolano. Explicar las diferencias entre el candidato de la burguesía y Chávez es demarcar bien el campo de batalla político, moral, económico, social e internacional en el que se mueve la Revolución Bolivariana, separándonos radicalmente del “proyecto” promovido por los burgueses. La opción por los pobres es la opción de Chávez, la opción de los ricos es el candidato de la derecha.
Hay que “darnos cuenta” del llamado de Chávez, vamos a la “Batalla de Carabobo”, es decir, el 7 de octubre hay que enterrar la pretensión de domar a la patria de Bolívar. El reto está en la calle.
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