La Estrategia de AD y el PSUV

La vida y la  historia no dejan  de mostrarnos irónicamente el cruce de hechos y situaciones que desafortunadamente no siempre atinamos a comprender oportunamente. Con absoluta seguridad, pudiera afirmarse que no existen parecidos entre el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Partido Acción Democrática (AD) a no ser, porque en una oportunidad y por mucho tiempo, el pueblo venezolano creyó en una consigna que AD demagógicamente sembró en su carta fundacional con la frase: Pan, tierra y trabajo.

Fuera de esa remota posibilidad de encontrarle un parecido a través de esta consiga colocada en uno de los símbolos de esta organización, creo que no cabe otra. Aun estando seguro en esto, vale la pena realizar un esfuerzo y detenerse en situaciones que no dejan de ser curiosa porque reúnen elementos discordantes a lo interno del proyecto bolivariano. Desde que la nueva constitución fue aprobada; el PSUV y el proyecto bolivariano anda tras la posibilidad de la consolidación de lo que llamamos Poder Popular y en ese camino, la organización ha recorrido un trecho muy interesante con un conjunto de leyes que ubican (por ahora) a las comunidades organizadas en la posibilidad de recibir recursos del Estado para la ejecución de proyectos que las propias comunidades organizadas formulan en procura de solucionar parte de sus problemas.

En estas leyes del Poder Popular hay otras iniciativas que aún lucen muy tímidas. Reconozcamos que por ahora el elemento más importante se reúne en la opción de recibir recursos para la ejecución de proyectos. Existe la idea de un fortalecimiento del Poder Popular y en otros trabajos publicados en Aporrea, he insistido,  que en esta alternativa del consolidación del Poder Popular está la seguridad de supervivencia del proyecto bolivariano. Sin embargo, cuando se coloca el entendimiento en este lado del proyecto y observamos el espacio institucional más próximo a las comunidades y al Poder Popular, aparece un  “hueco”. Se percibe entonces la inconsistencia de una política. Descubres que el Municipio es el mismo y las Alcaldías son las mismas instituciones que heredamos de la IV y aunque se ha plasmado una modificación de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, no hay un cambio sustantivo que unifique la política de fortalecimiento del Poder Popular con el Poder Municipal, que es la instancia del Poder Público  más próxima a los ciudadanos y ciudadanas.

 El “hueco” es evidente y si observamos con cuidado el asunto, notarán que en este frente tenemos otras fallas que algún sector de la oposición está mirando con mucho más cuidado que nosotros.

En una especie de “evaluación” pública realizada por un importante vocero de AD sobre las primarias de la MUD, destacaba que ese partido logró ganar por la vía de primarias y consenso un total de 130 posiciones para competir por igual cantidad de alcaldías en el país. Este representante de AD tuvo tiempo en esa entrevista, para reconocer que ese hecho mostraba una AD vivita. Justo ahí, los bolivarianos y el PSUV podemos tropezar con una de esas ironías de la vida. AD decide emprender un retorno por una vía que el PSUV no ha rehabilitado o la organización con sus cuadros políticos, no le ha prestado la importancia que tiene, muy a pesar de ser el punto institucional del Poder Público,  que se encuentra más cerca del Poder Popular, cuyo fortalecimiento es nuestra principal bandera de lucha.

La falta de un punto de conexión estratégica entre el Municipio/Alcaldía con el fortalecimiento del Poder Popular se junta con una deficiencia que el PSUV no termina por resolver y que convierte este especie de “hueco” en una tronera galáctica. Institucionalmente el PSUV carece de una instancia de apoyo, seguimiento y control de los gobiernos municipales revolucionarios y con esa falta; el partido ha contribuido a que ese hueco luzca hoy como “tronera galáctica” y le esté dando elementos para que Acción Democrática empiece un recorrido por una ruta en las cuales ellos tienen una fortaleza. No debemos olvidar, que uno de los puntos fuertes de AD respecto a otras organizaciones políticas en los momentos de la IV, eran aquellos secretarios de organización en las comunidades que por mucho tiempo les hicieron el trabajo a los caciques.

AD va por el 39% de las alcaldías del país. Algún interés tendrá AD en ese espacio que lo reconoce como un dato para mostrar que no está muerta y que de las primarias no salió golpeada. Mientras AD pone el ojo en estos espacios; el PSUV, teniendo como bandera el Poder Popular, no le ha puesto suficiente interés. ES probable que exagere, pero pudiéramos estar entregando cabezas de playas  a la oposición.

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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