El título de este artículo es un poco burlista, pero toca un punto álgido en el sistema político venezolano. Las últimas mediciones de encuestas – todas – dan una caída abrupta de intención de voto, de popularidad en los números para el candidato de las transnacionales, y del gran capital nacional e internacional. Estamos frente a un fenómeno que nunca había pasado en el país. El candidato de la reacción comenzó antes de las elecciones primarias con un 45 % de intención de voto en todo el país. Después de las primarias, que tuvieron una gigantesca cobertura por los mass medias nacionales e internacionales, abarrotando los espacios comunicativos, cae en forma sistemática hasta niveles bajísimos como lo demuestran las últimas encuestas entre un (25-30) %. Una pérdida de casi 20 puntos a puesto a pensar a más de uno, en el cambio de logística y de estrategia con respecto al candidato de la burguesía retrograda.
No hay manera de definir este bajón en intención de votos y popularidad. Cualquier análisis concienzudo se estrella de manera irrevocable con los números científicos. Estamos apenas a menos de 208 días para las elecciones, y una ventaja de más de 40 puntos es difícil de superar, es decir el candidato de la derecha tendría que subir mensualmente 5,79 puntos, y esto no lo hace ni siquiera un producto comercial de ventas a granel fabricado por Bill Gate. La ventaja que lleva el Presidente Chávez al candidato de AD y Copei es casi irreversible, claro está, según lo que indican todas las encuestas en su conjunto. Aun así, la Revolución no debe cantar victoria y no caer en el gran error político y estratégico del triunfalismo, la lucha es en todos los espacios y debe darse cuerpo a cuerpo y centímetro a centímetro, llenándose los espacios y los tiempos, de aquí al 07 de octubre.
Las caras largas de la derecha reaccionaria son un poema. Tratan de reírse pero solo reflejan una morisqueta, tratan de ser optimista pero andan con un pañuelo secándose las lágrimas, y todo esto en el marco accidental de la no - por ahora- comparecencia del Candidato de la Revolución que aún no ha encendido los motores por estar recuperándose en Cuba.
Es triste lo que ocurre con la oposición neoliberal venezolana, creían haber conseguido su adoquín que podría darle el triunfo político que esperan por espacio de 13 años, y nada, el hombrecillo no sube, cada día se aleja más de la orilla. “La Princesa esta triste que tendrá la princesa”.. Es la poesía de Rubén Darío que se escucha cada noche en los entornos de la MUD. Muchos analistas piensan que podrían sustituir al ya casi invisible candidato de los grupos económicos. Piensan que todavía hay tiempo, que un golpe de timón colocando inclusive a Salas Römer podría generar una reacción en cadena que motive a los alicaídos y flácidos miembros de la oposición. Buscaron a las manitos blancas, y nada, han reinventado sucesos coyunturales del pasado, y nada, sobre la enfermedad del presidente lo único que les hace falta es escribir un tratado de anatomía y de la cura del cáncer.
En fin, un alma piadosa, que logre donar el medicamento que en tono de joda, pero que al parecer es lo que realmente necesita la MUD y su candidatillo…..
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