“Sacad de inmediato el mejor vestido y vestidle, y poned un anillo en su mano y calzado en sus pies. Traed el ternero engordado y matadlo. Comamos y regocijémonos, porque este mi hijo estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido y ha sido hallado.”
“Y comenzaron a regocijarse”.
Segmento del hijo prodigo, parábola de un carpintero de Nazaret
Ni el tiempo ni los hechos tienen semejanza alguna, solo he intentado dibujar el regocijo de aquel padre, con la algarabía de nuestro pueblo ante el regreso de su comandante…
Que salgan los viejitos sufridos de nuestra pacha mama, que su nieto preferido ha regresado…
Que den vivas al cielo, las madres que saben que su otro hijo ha llegado…
Que alboroten los caseríos, puñados de niños, que el que no miente volvió nuevamente…
Que hagan volar los papagayos bien alto, en señal de alegría…
Que los turpiales y las guacamayas se enamoren entre ellos, para que nazca el pájaro de la patria buena…
Que el Araguaney adelante su brote, para inundar de amarillo patria todo nuestro suelo en signo de algarabía…
Que las orquídeas inunden Miraflores…Que la música que aruña las almas suene bien alto…
Que la cruz del Ávila no se apague y que nos haga giñadas…
Espantemos tristezas, ahuyentemos lágrimas, que es tiempo de regocijo, que la magia y el embrujo de nuestro suelo brote por todos lados y nos abrace en este día…
Que el hijo predilecto de la patria buena…ha regresado…………
(…) ¡Lo lograste comandante!…
Todas las cosas que soñaste en la Sabaneta de tus amores, se cumplieron…
Lo que prometiste aun siendo niño, en aquellos caminos de tierra mirando al cielo, lo cumpliste…
Regocíjate abuela Rosa Inés, en donde te encuentres, que los sueños locos de tu nieto, que tu presentías que no serian solo sueños, te dieron la razón…
¡¡Logro el milagro viejita!!
¡¡Maisanta cabalga de nuevo!!
josevarela753@hotmail.com