A propósito de su regreso de Cuba al realizarse su sesión de radioterapia, y al estar presente en una misa en Barinas, conmemorando la Semana Santa en Venezuela.
La oración del Comandante al Señor, está cargada de una petición por la Vida, no es una oración solicitando favores personales ni privilegios, es una oración con sentido, propósito y en beneficio de los demás. En este sentido, escribimos Vida con mayúscula, porque es Vida para todos, plena.
Solicita Vida, aunque está consciente que pudiera ser dolorosa, pero Vida al fin.
Pedir la corona de espinas, es sacrificio vivo.
Dame tu cruz que yo la llevo, tiene toda una carga de entrega total. El mismo Señor una vez dijo: toma tu cruz y sígueme… ahora el comandante la pide para el… y no sólo una sino cien, que grandeza de espíritu.
Solicita algo aún más extravagante, pide la sangre de Jesús, que en términos del Evangelio es purificación para su vida y el máximo símbolo de despojo de si mismo.
Cuando indica que necesita Vida porque necesita cosas por hacer, es por que es consecuente con su tarea, con su papel a favor de una sociedad carente de muchas posibilidades de Vivir.
Señala algo crucial en la vida de los seres humanos, es más importante asirse a la Vida que a la muerte, aunque las circunstancias sean difíciles, seguramente aludiendo a su condición de enfermo.
Su oración finaliza, agradeciendo cuantas cosas, sin mencionar cuales y agradecer, agradecer y agradecer; porque pudiera estar agradecido el comandante?, quizás por el amor del pueblo hacia el en los momentos más difíciles de su vida, quien está agradecido es sinónimo de estar satisfecho por la labor cumplida.
Las oraciones de los seres humanos, más aún en situaciones difíciles, revelan su profundo sentido de la Vida y cual es su propósito en ella, estas parecen ser las circunstancias del Comandante Chávez, al pronunciar tan memorable petición.
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