Diez años de impunidad y los mismos actores en acción

Un axioma popular sostiene que “El hombre es el único animal que choca dos veces con la misma piedra”. Esta máxima cae como anillo al dedo, cuando se cumplen 10 años del criminal Golpe de Estado, dado por la rancia y delictiva oligarquía criolla, que estuvo a punto de coronar su aventura y repetir en Venezuela la receta de Augusto Pinochet en Chile.

En esa oportunidad sorprendieron a todo el mundo, porque los golpistas se movían hasta en el propio primer anillo de seguridad del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, allí estaban Luís Miquilena, a quien el Comandante llamaba en público en sus programas Aló Presidente, “Mi Padre Político”, también estaba el General Rosendo, que un año atrás casi lloró en la torre de un tanque, cuando presentaba el parte del desfile cívico militar al Presidente Chávez, con motivo del 5 de Julio y así sucesivamente, incluyendo gente de los medios que le hacían ojitos.

En ese lote figuraban también alcaldes y gobernadores de oposición y del proceso, porque los segundos apenas se develó el corte del hilo constitucional, saltaron la talanquera y corrieron a ponerse a la orden del nuevo gobierno, porque para ellos “lo importante era trabajar, con quien hiciera lo mejor por Venezuela”. Ellos negaron al presidente Chávez, lo calificaron públicamente de arrogante, intolerante y de haber provocado la ingobernabilidad. Claro, se cuidaron eso sí de mantener una pierna sobre el tranquero, porque apenas el pueblo repuso al comandante en su cargo, corrieron a recoger la leche derramada sobre la arena. Engañaron a quienes les aceptaron la felonía, pero no al pueblo que es sabio y grabó en su imaginario la mancha que la leche dejó en la arena.

Previo al golpe y al paro patronal, la canalla mediática se exacerbó, la apología del delito era la comidilla del día, las burlas contra el primer magistrado estaban en la cotidianidad, la banalización de cualquier acción del ejecutivo, por importante que fuese, era la orden que había. “Los defensores de la clase obrera”, enarbolaban sus banderas de apóstoles de la dignidad proletaria, las acciones criminales aumentaban y el filón de la pitiyanky oposición era la inseguridad y los contratos colectivos. Preguntamos ¿Hay alguna diferencia entre aquel abril de 2002 y el de ahora 2012, que nos pueda indicar, que el libreto, su guión y sus actores no están en plena acción?.

Este país es el único en el mundo en tener un delincuente, convicto y confeso publica y comunicacionalmente de traición de lesa patria, violación del derecho nacional e internacional, aspirando a la primera magistratura nacional, en un proceso democrático. En Estados Unidos de Norteamérica, su patria putativa, ya estaría bajo tierra por alta traición a la patria, o condenado a un centenar de cadenas perpetuas, por todos los crímenes cometido contra el país y el pueblo. Pero aquí, en el país de la impunidad es un flamante candidato que se sienta en este país y en el exterior, ante las cámaras de TV, prensa y radio a denigrar de Venezuela y a presentarnos como un estado forajido. Pero por supuesto que su fuerte no es ganar elecciones, porque sabe que no reúne votos ni siquiera para un lejano segundo lugar del Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, sino que es simplemente una fachada del imperio, para justificar un nuevo intento de Golpe de Estado, donde nuevamente están comprometidos los mismos actores. Los grandes empresarios de la canalla mediática, los banqueros y las cúpulas podridas de la Iglesia Católica, Fedecámaras, Fedenaga, Fedeagro y las federaciones de sindicaleros disfrazados de rojo rojito, pero con sus corazoncitos verdes verdecitos y blancos blanquitos, tratando de engañar a los trabajadores con discursos economicistas y crematísiticos para ver si encuentran tontos útiles que les sirvan de sopletes para calentar la calle.

En ese paquete también están los oportunistas que ocupan cargos de elección popular, que mantienen el discurso de lealtad al Comandante y al proceso, pero en la práctica cotidiana el distanciamiento es público y notorio.



En primer lugar porque sus gestiones juegan a la derrota del proceso y el uso y abuso de la publicidad para proyectarse como individualidades, con sus proyectos personales y familiares. Por eso vemos en todo el territorio nacional, como las vías y diferentes espacios están atosigados de vallas inmensas, donde en cada una observamos a un “Pánfilo” diferente proyectándose como el “Salvador del pueblo”, en ocasiones ni siquiera mencionan al proceso bolivariano para nada. (Lo de Pánfilo es por una melodía, con las Ardillitas, que sonó mucho aquí en Venezuela en los años 80.¿ Recuerdan?..Sonaba ..el riing...riiing ..y una voz decía: “A ver Pánfilo atienda el teléfono”, seguida de la vocecita de protesta ...”Todo yo...Todo yo”.). Esos pánfilos incurren en peculado de uso, cuando llenan las estructuras del Estado, los vehículos y todo lo que es propiedad colectiva, con sus caras, sus consignas, logos personales y los colores de su preferencia. La Asamblea Nacional debe tomar medidas y legislar contra estas irregulares prácticas.

A esto tenemos que añadir las acciones criminales de los últimos meses. Se trata de crímenes selectivos, atacando a personas que en un momento dado pueden servir de alimento para la aspersión del veneno de la canalla mediática, que es la punta de lanza en el golpe blando que sigue en plena ejecución.

No es casual que sean escogidas víctimas ligadas a la farándula, a la actividad política y otros menesteres y que los calificados voceros de la oposición “Mesa de la Unidad Democráticas”; tomen esta bandera como el principal ingrediente para su campaña. Esto es el envío permanente de códigos negativos al imaginario popular y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que son sus objetivos.

En este mismo concepto, la salud del presidente Chávez, está siendo utilizada por los mentores de la guerra sucia, como instrumento para generar matrices de opinión que buscan agrietar a la unión cívico militar, sostén fundamental del proceso bolivariano. En las últimas horas las redes sociales han sido saturadas con el morbo criminal de quienes están jugando al doble papel. En el Twitter, estos criminales, ya mataron al Comandante y designaron a sus posibles sustitutos, Adan Chávez, Diosdado Cabello y Elías Jaua, a quienes han puesto a perder o a estar en un empate técnico con el candidato de la MUD, que hasta ahora, no logra ni siquiera agenciar el 15 por ciento de la intención de voto, contra el 51% de Chávez. Igualmente dividen a la FANB, colocando a una facción, con la voracidad, por el poder que debe ser tomado ya. Otra, que apuesta a una transición lenta.

Esa guerra sucia no persigue otra cosa que continuar abonando el terreno, para salir de Chávez, por la vía que sea, incluyendo el magnicidio. No hay hueso sano en esa oposición y sus aliados, todos están montados en repetir el libreto de 2002. Los revolucionarios debemos estar alertas para que nos sorprendan de nuevo y puedan quedar como hasta ahora soñando con barrer a los tierruos, porque a diez años de impunidad los mismos actores están en acción.

(*)Periodista

cd2620@gmail.como

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Cástor Díaz(*)

Periodista CNP 2414

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