Esta es la primera conclusión a la cual se puede llegar, luego de leer esta demagógica propuesta hecha por el candidato que escogió la oposición para enfrentar a nuestro máximo líder Chávez: Venezuela, de ganar Capriles, importará desempleados.
Si las tendencias se mantienen, con las políticas de este gobierno socialista y revolucionario, la tasa de desempleo continuará en franca disminución. Si tomamos como referente el año 2011, la tasa de desempleo se ubicó en el 6,5%, lo cual significa, según cifras del organismo oficial INE, que menos de 900.000 personas estaban desempleadas a finales del año pasado. Como dijimos, de mantenerse dicha tendencia, el desempleo en nuestro país rondará en los próximos años cuando mucho, siendo exagerados, alrededor del millón de desempleados. Esto considerando la incorporación anual de población activa, que es aproximadamente de unas 250.000 personas.
Elucubremos vainas. La propuesta del infausto golpista Radonski, implica que el gobierno va a tener que establecer políticas de importación de desempleados. En efecto, él está proponiendo que creará 3 millones de nuevos empleos. Además de absurda, la engañosa oferta crearía un problema para la nación, pues obviamente habría más empleos que desempleados y se caería en lo que aburridamente se le critica a Chávez, de estar, aparentemente, entregando nuestras riquezas al extranjero. De ser posible esta propuesta del golpista, tendría que importarse unos 2 millones de personas desde el extranjero, para cubrir el exceso de empleo, es decir, según promesa del golpista.
La otra interpretación que cabe, es que él tenga planificado en su gobierno (que nunca llegará) tomar medidas que generen desempleo. Es allí donde pudiera justificarse su planteamiento. Otra cosa que nos intriga, es la razón de ser de esta cifra: 3 millones. Nos preguntamos y por qué no 2, 4, 5 o 10 millones de empleos. Difícil de adivinar. Eso sí, 3 millones es una cifra que gusta a la oposición golpista. Tres millones fueron, según fuentes de la oposición, los que asistieron a Barquisimeto a la concentración religiosa. Luego, tres millones de personas votaron, según las quemadas actas, durante las elecciones primarias de la MUD. Ahora, el candidato opositor ofrece 3 millones de empleos. ¿Casualidad?. ¿Cabalística?. ¿Cifra estratégica?. Quién sabe. Eso sí, todas suenan cifras falsas.
Lo cierto es que esta insulsa oferta electoral no dista, para nada, de la hecha por el malamente recordado Rosales durante su efímera pasantía como candidato presidencial de la oposición. Recuerden que aquél no sólo ofreció dar una tarjeta, plástico, a todo el que votara por él, si no que de verdad cumplió con su palabra. Millones de tarjetas plásticas fueron repartidas durante la campaña electoral de entonces. Mi negra o algo así la llamó. Se ofrecía que en dicha tarjeta se depositaría las ganancias de la renta petrolera. Por cada barril, se haría una distribución entre todos y cada unos de los venezolanos, de los dólares diarios recibidos por dicho concepto. Afortunadamente perdió, porque era tan absurda dicha propuesta, que los pocos convencidos lo hubiesen linchado al poco tiempo al ver tan tamaña patraña. Y eso que no queremos hablar de otras estúpidas ofertas electorales de la oposición, como por ejemplo, el capitalismo popular ofrecido por la derrotada por su propia gente, precandidata a las primarias de la MUD, María Corina Machado.
En estas propuestas hay un factor común: se subestima al pueblo, su capacidad de pensar. En criollo, los de la oposición todavía creen que el pueblo es pendejo. Lo otro, que tales ofertas engañosas siempre terminan en derrotas electorales. Y, finalmente, el gallo nuestro es muy, demasiado, bueno: Chávez. Duro de derrotar!!!.
(*) Profesor Titular ULA
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