Con Chávez gana el pueblo Trabajador

La agenda Venezuela que impuso Caldera en 1996 hizo de aquel un anno horribilis para los trabajadores, según palabras del Dr. Asdrúbal Baptista. Afirma el reciente honoris causa por la Universidad del Zulia que el desmedro que entonces se causó en las condiciones de vida de la mayoría fue enorme, al punto que desde cualquier criterio debe vérsele como un hito dramático en la historia económica contemporánea (Diario Economía Hoy, mayo 1999). Vienen de esos días la reforma laboral que diezmó las prestaciones sociales universales del asalariado venezolano. Como no podía ser de otra forma en un gobierno de las mayorías populares, el Presidente de la República se dispone a resarcir semejante oprobio e instaurar un nuevo estadio de regulación laboral en el país.

Las razones jurídicas y políticas para ello ya estaban asentadas en la Constitución Bolivariana que aún guarda mucho potencial transformador y conserva la vitalidad para mantener un horizonte abierto al futuro de todos. El artículo 92 de la Carta Magna dice que “Todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a prestaciones sociales que les recompensen la antigüedad en el servicio y los amparen en caso de cesantía. El salario y las prestaciones sociales son créditos laborales de exigibilidad inmediata. Toda mora en su pago genera intereses, los cuales constituyen deudas de valor y gozarán de los mismos privilegios y garantías de la deuda principal” Este artículo abría la puerta para la revisión del marco normativo heredado y rehacer nuevas reglas de juego que dignificaran el trabajo como fuente de toda riqueza social. Entre otras, el cálculo retroactivo de las prestaciones sociales arrebatas por el último gobierno de la cuarta.

La reforma de la LOT ha sido ampliamente debatida. Se realizaron casi veinte mil propuestas por medio de asambleas, reuniones, foros, conferencias y todo tipo de reuniones. Ha sido una de las leyes más debatidas en los últimos años. La reforma de la LOT es de honda significación y trascendencia en la medida que acelera la realización del estado social de derecho y justicia que dibuja la Constitución Bolivariana. El revisado fuero maternal por ejemplo asienta enormes condiciones de estabilidad familiar: inamovilidad laboral de dos años para los padres y permiso pre y post natal de seis y veinte semanas respectivamente, extendiendo estos preceptos ante situaciones de adopción. Se crea por primera vez de manera real y no declarativa o ceremonial la apertura del régimen de seguridad social para los trabajadores independientes o autónomos. La seguridad social, por cierto, ya ha incorporado a más de dos millones de venezolanos de la tercera edad a quienes siempre se les negó tal derecho. Ahora gozan de pensión de jubilación campesinos, amas de casa, pescadores o cualquier venezolano que por alguna razón no había completado las cotizaciones suficientes para ello. La jornada laboral se reduce a 40 horas semanales de las 42 fijadas en la ley actual; la reducción es semanal por lo que se mantienen las 8 horas diarias. No se trata de trabajar menos, se trata de vivir más. Se modernizan, reforman y fortalecen las Inspectorías del Trabajo. Se acaba con la explotación de los trabajadores tercerizados. Indemnización doble para el despido injustificado. En fin que con la reforma a la LOT y con el gobierno bolivariano ganan los asalariados, los trabajadores independientes, las amas de casa, los jubilados, los campesinos, se enaltece la maternidad y se resguarda a la familia. ¿Alguien tiene alguna duda de que con Chávez gana el pueblo trabajador?

henrymaracaibo@hotmail.com


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Henry Ramírez


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