La zulianidad fue la palabra utilizada y manipulada hace unos años por los opositores al presidente Chávez en el Zulia. Encerraba un idea primitiva según la cual quienes apoyábamos el proyecto Bolivariano de cambio profundo de las estructuras de la sociedad no queríamos al Zulia. Les dio resultados hasta que la misma sociedad zuliana se los sacudió de la gobernación y de muchas de las alcaldías regionales, hastiada de la corrupción y de la manipulación de un sentimiento de identidad. Usufructuaron el sentimiento regional y regionalista para hacerse de los dineros públicos y de cuantiosos recursos que ahora disfrutan en el exterior, y algunos de sus herederos aquí mismo que todavía andan por ahí.
Pero la mayoría zuliana, un gobernador Bolivariano y la Asamblea Nacional se han encargado de desmentir semejante afrenta. La zulianidad no puede ser un discurso político mal hecho, fanfarrón, primario, para exacerbar el antichavismo y vivir de sus prebendas. Como se encargó de demostrar la realidad, todo era una pantalla tras la cual se escudaban para repeler las críticas al mal gobierno mientras señalaban al gobierno nacional de sus propias limitaciones. La Alcaldesa, que también anda en eso, debería aprender de cómo les fue a los ex cuando recurrieron a ese discurso de ocultar tras el manto de esa zulianidad la ineficacia y el robo descarado al tiempo que imputaban al gobierno nacional la culpa de nuestros males.
La Asamblea Nacional ha venido exaltando los valores de nuestra zulianidad, de nuestra identidad regional y de nuestra especificidad como pueblo, sin sacar provecho político de ello, ni ufanarse de hacerlo, ni montar una campaña mediática para acusar a los otros de no serlo, posición que compartimos íntegramente. Por ejemplo, que la Asamblea Nacional sesione en el Zulia en vísperas del amanecer del día de la patrona regional, para declarar nuestra gaita como patrimonio cultural nacional, es un gran reconocimiento al pueblo del Zulia y a nuestra identidad. La gaita, nuestro signo cultural más arraigado y universal, que le ha cantado a nuestra historia, al sentir nacional, a la devoción mariana afincada en el amor a nuestra Chinita, a nuestros saberes y sabores que aquí nos hemos construido para convivir, que, cuando es necesario, eleva su voz de protesta hecho canto, alcanza su máximo reconocimiento nacional. Y lo hace un órgano del poder público nacional cuya mayoría comparte el proyecto Bolivariano.
Pero no es por un asunto de feria la actuación de la Asamblea Nacional. Ha venido trajinando nuestra región para honrar a nuestros héroes, nuestro agregado histórico a la gesta independentista. Apenas hace unas semanas también sesionó aquí en Maracaibo, en el Teatro Baralt, para rendir tributo al General en Jefe Rafael Urdaneta, zuliano y el primer bolivariano. También la Asamblea sesionó aquí para conmemorar los 100 años de los inicios de la explotación petrolera, en el pozo Zumaque 1, en Mene Grande, un hecho consustanciado con nuestra región que, además, ha marcado la historia contemporánea de Venezuela. Igual lo había hecho hace algún tiempo para conmemorar la Batalla naval del Lago de Maracaibo, cuya victoria de las fuerzas patriotas selló la expulsión definitiva de los españoles de por estos lados.
Ha sido pues la AN con mayoría Bolivariana quien ha exaltado, reconocido, honrado, a diferentes íconos zulianos y a nuestro quehacer regional y regionalista. Solo queda el agradecimiento por los gestos y la demostración de amor patrio desde el reconocimiento a lo regional y a lo zuliano. Claro que ello no hubiera sido posible si no fuera por el trabajo conjunto con nuestro gobernador del Zulia, Arias Cárdenas. El Gobernador ha demostrado que no hacen falta campañas mediáticas para separarnos entre zulianos y anti-zulianos, como fue la costumbre de la oposición en el Zulia, sino demostrar que se quiere al Zulia desde la acción de gobierno, trabajando, dándole la mejor vialidad, espacios para la vida, enfrentando a las mafias de todo tipo, reconstruyendo la educación y la salud y dejándose la vida por garantizarle seguridad a los zulianos. Zulianidad es querer y respetar al Zulia. ¡¡¡Viva la Gaita zuliana!!!