Globovisión fue la primera en anunciarlo al país a las 9:42 am del martes de 29 de noviembre de 2005, en los siguientes términos:
“Partidos políticos de oposición no participarán en las elecciones del 4 de diciembre”
“Organizaciones políticas de oposición anunciaron este martes su decisión de retirar sus candidatos a las elecciones legislativas que se realizarán el próximo domingo, por considerar que el Consejo Nacional Electoral no ha garantizado las condiciones mínimas de transparencia (..) El primero en realizar el anuncio fue el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien señaló que esa tolda política no participará en las elecciones parlamentarias por considerar que el Consejo Nacional Electoral no garantiza la transparencia necesaria (..) Poco después, Proyecto Venezuela, anunció su retiro argumentando desconfianza en el árbitro. Por su parte, la dirección nacional de COPEI a través del Secretario General César Pérez Vivas solicitó el diferimiento de la contienda electoral (..) A estos se unieron, posteriormente, el Polo Democrático, Venezuela de Primera y Fuerza Liberal.”
Por los vientos que soplan, todo apunta a que esta vez la oposición hará lo mismo con la candidatura de Capriles Radonski, porque así como ayer, hoy sus propuestas al país no terminan de entusiasmar a las grandes mayorías y ahora la situación se le muestra mucho más grave, pues ya dentro de sus propias filas se maneja la convicción de que el “justiciero” es un perfecto “bate quebrado”, que no tiene nada en la bola y que de seguir apoyándolo, a sabiendas de que Chávez lo derrotará con una mayoría aplastante el venidero 7 de octubre, eso traería como consecuencia inevitable que toda la oposición pudiera extinguirse y en el mejor de los casos, atomizarse aún más en grupúsculos mucho más pequeños de lo que son ahora.
Hemos sido informados, a través de fuentes que mantenemos en la más absoluta reserva, que al interior de la Mesa de la Unidad, se plantearon dos opciones, ambas con apoyo general, para buscarle una solución al problema: 1) Sustituir a Capriles por otra figura sobre la cual nada han decidido, aún cuando barajan, entre otros, los nombres de Eduardo Fernández y Antonio Ledezma (no conocimos quienes pudieran ser esos otros) y, 2) Retirar el candidato alegando el mismo argumento del 2005, desconfianza absoluta en el árbitro electoral y poner de inmediato en marcha un plan de desestabilización como paso previo al golpe de estado, con el decidido apoyo de los EE.UU. y de España, así como de sujetos como Uribe Vélez, Aznar y dos presidentes de Centro América, cuyos nombres no pudo conocerlos la fuente, pues ese tema se lo maneja en el más absoluto secreto.
La fuente nos agregó que en la MUD había sólo consenso en cuanto a que se adoptaría cualquiera de las dos opciones después que Capriles se inscriba en el Registro Electoral para enviar el claro mensaje al país y sobre todo a la comunidad internacional, de su indeclinable vocación democrática.
¿Habrá algo de verdad en esa información?
Rafael Poleo ha hecho público su descontento mayúsculo sobre la pésima campaña de Capriles y ha recordado que en su momento discutió la idoneidad de su postulación e igualmente ha dicho, todo esto recientemente*, que en ello lo acompañan varios dirigentes de la MUD, entre los cuales menciona a Maria Corina Machado, Pablo Medina, Diego Arria, etcétera, por lo que esa información que nos ha llegado pareciera ser cierta.
(*) Leer a Poleo: