En el Abya Yala, estamos infiltrados desde hace 519 años, cuando llegó el imperio Español y nos subyugó, trescientos años después expulsamos a ese imperio de nuestros territorios, pero dejaron en nuestras fronteras a los oligarcas mantuanos infiltrados en estos lares, desde entonces hemos realizado nuestro devenir dentro del marco legal del imperio español, hasta la historia nuestra la hemos aprendido según su criterio. Luego al fenecer el imperio español, esta oligarquía huérfana de un amo se plegó al naciente imperio gringo.
La primera injerencia gringa, fue en el año 1826 cuando el imperio usando una de sus más nefastas característica -la intriga-, saboteó el congreso anfictiónico de Panamá con el auxilio y apoyo de uno de los primeros vende patria -Francisco de Paula Santander-, quien había recibido la orden del Libertador que le prohibía invitar al gobierno de Estados Unidos al Congreso Anfictiónico de Panamá, orden que este general desacató y, por el contrario invitó y colaboro con el gobierno de los Estados Unidos, en la aplicación de la recién creada doctrina Monroe. Desde ese momento la infiltración gringa no ha cesado en las patrias liberadas por nuestro Libertador Simón Bolívar, y el resto de Latinoamérica.
La siguiente injerencia y que se podría llamar la confirmación del imperialismo gringo en Venezuela, sucedió entre finales de 1902 y principios de 1903, cuando las potencias europeas, Inglaterra, Alemania y el reino de Italia vinieron a cobrar de manera convulsiva la deuda contraída con esos países, por Venezuela, incluso, bloquearon los puertos atacaron y hundieron varias naves. Aun cuando el presidente Cipriano Castro se les enfrenta decididamente para defender la soberanía de la patria y galvanizó en este propósito a todo el país.
Esta oportunidad sirvió para que el imperio en connivencia con las potencias europeas, ejerciera su prevalencia en el subcontinente americano, el cual era reservado, según la doctrina Monroe como el patio trasero de Estados Unidos. Aun cuando el gobierno gringo permitió que las potencias europeas cobraran la deuda, les conminó a desistir de la idea de ocupar territorios en Venezuela y en ningún otro país Latinoamericano. Claro que esas acciones contaron con los infiltrados del nuevo imperio en Venezuela, quienes coadyuvaron para lograr, que el imperio fungiendo como mediador en el conflicto del bloqueo, lograra con el protocolo de Washington que se firmó el 13 de febrero de 1903, que las potencias cesaran en el bloqueo. Luego del protocolo, Estados Unidos conspiró con Juan Vicente Gómez para derrocar al Presidente Cipriano Castro.
Gracias a la semilla que sembró la actitud patriótica del presidente Cipriano Castro, algunos sectores de la población siguieron el ejemplo de Simón Bolívar y, aun cuando la injerencia imperial nos tuvo sumidos en la dictadura gomecista durante 30 años, el ejemplo bolivariano persistió y nuestros patriotas se mantuvieron firmes en la convicción de conseguir un cambio a costa de grandes sufrimientos. Y, luego de una serie de gobiernos que alternaban golpes y elecciones, esos sentimientos libertarios estuvieron latentes hasta culminar con la llegada de la revolución bolivariana con Hugo Chávez a la cabeza el 4 de febrero de 1902 y, hasta ahora no ha parado.
Pero los infiltrados aun cuando en menor cuantía, pero con mucho poder económico y mediático además de un gran apoyo financiero y logístico del imperio, siguen presentes , conspirando y actuando contra la patria y el pueblo venezolano, muestra de ello fue el golpe de estado de abril de 2002 contra el presidente Chávez, el paro petrolero del 2002 al 2003, el cual nos costó cerca de 20 mil millones de dólares pero nos sirvió para recuperar nuestra industria petrolera y una gran porción de autoestima, luego siguieron guarimbas, invasión de paramilitares, desestabilización, etc.
Pero ¿cómo podemos derrotar esa quinta columna endógena infiltrada en nuestra población? Solo la podemos contrarrestar con entrenamiento, con información, con enseñanza de la mejor forma de vida. En suma, podemos identificar ese objetivo con una sola palabra y ella es ideologización. Es una verdad incontrovertible, que la conciencia socialista del venezolano es la que podrá colocar un freno a la invasión del imperio y sus amigos. Es importante crear una conciencia socialista y humana, porque el capitalismo y su esencia voraz que desea poseer todos los recursos naturales del planeta, nos llevará a la destrucción de la especie humana, sí no lo detenemos.
Acaso, no es una muestra suficiente la agresión e injerencia del imperio y asociados en Palestina, en Irak, en Libia, en Siria, en las Malvinas. Colombia, es otro ejemplo de infiltración, hecho que lo convierte en una amenaza para sus propios ciudadanos y, los países vecinos. México esta tomado por los infiltrados del imperio, que lo inundan con toda clase de armamento y drogas, que provocan una violencia extrema. Existen además otros países infiltrados, como son Chile, Costa Rica, Puerto Rico, Honduras, etc.
Todas estas desgracias que se ciernen sobre el planeta no pueden ser consideradas como una circunstancia recurrente y que podremos acostumbrarnos a vivir con ellas. No, esto es definitivamente una locura mortal, que a una minoría poderosa y sectaria no le importe destruir la vida humana, con tal de ejercer su hegemonía.
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¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOBRANA Y SOCIALISTA!
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!