La campaña electoral –la mediática- de la derecha reaccionaria ha intentado plagiar al candidato de la Patria, su campaña, programas, etc. Intentan darle mayor realismo a su “clonación”, al realizar ¿visita casa por casa? en los sectores populares donde la Revolución tiene su mayor fortaleza electoral.
Vemos una campaña dirigida a recoger imágenes del candidato opositor rodeado de viejitas, muchachas de pueblo, en medio de la pobreza, afrodescendientes, hablando de ¿mejorar?, ¿ampliar?, y dar rango de leyes a las misiones. ¡Más falsedad imposible!
Un ejército de “cagatintas” de prensa, radio y televisión, lava su imagen, crea falsas proezas, nos vende a un súper hombre. Los “cagatintas” justifican el odio del candidato opositor hacia los próceres de la Independencia y símbolos patrios al decir que eran extravagancias de juventud.
Los “cagatintas” nos venden a un candidato de “paz y unión”; omiten que, siendo alcalde de Baruta presenciaba – ¿apoyo tácito?– los cacerolazos contra la esposa e hijos de Diosdado Cabello; ocultan su protagonismo en la violación de los derechos humanos contra el exministro Ramón Rodríguez Chacín.
Los “cagatintas” no han ahorrado indignidad, enaltecen a cualquier narcotraficante, mercenario, torturador, asesino, que ataque a la patria y pueda servir a los intereses de la derecha y su candidato.
La Revolución debe desarrollar una creativa y audaz campaña electoral –verdad, amor, emoción y razón con el protagonismo del pueblo y una poderosa presencia en los medios.
Nota: Artículo publicado en Correo del Orinoco No 1.003 Viernes 22 de Junio de 2012