La Revolución Iconoclasta 3

La oposición vuelve con el teatro del desabastecimiento, para desestabilizar

Hoy vi nuevamente, en el supermercado Central Madeirense, gran cantidad de gente nerviosa y desesperada, comprando aceite y harina de maíz, -para hacer arepa- de la celebre marca  que emula a Peter Pan, porque, ni modo que la llamen pan, por el común pan de arepa eso sería en el pasado, cuando ese milagro creado por un insigne y desconocido venezolano y, no el delincuencial grupo Polar, bien basta de disgresión. Lo que nos estimula no es la marca del producto sino, el hecho, que esta situación representa otro consuetudinario abuso de parte del capitalismo depredador, eso de poner a los venezolanos a dar carreras, para comprar un producto que estamos seguros, ha estado acaparado y escondido para  causar zozobra y angustia en la gente algo así como hacerle el mandado a Schemel y sus compinches de la oposición, de caer como bolsas, en la trampa de crear una situación que genere angustia conmoción, etc., como, no se cansa de repetir el encuestador aquel. Es realmente  un espectáculo deprimente, parecemos una manada que obedece de inmediato a un chasquear de dedos del amo, con la esperanza que nos premien con un caramelo y, quedarnos listos para otra marioneta o monería.

Recuerdo en tiempos de la cuarta, cuando el inefable CAP, creó aquel bodrio ofensivo que llamó la beca alimentaria, era un triste espectáculo, ver aquellas inmensas colas de pobres, quienes pernoctaban en las aceras de las calles, frente a los bancos, para recoger la orden de compra  y luego llevársela a los comercios escogidos entre los poderosos amigos del gobierno, donde iban a canjear sus becas, por unos paquetes harina, alguna sardinas, algún pote de leche, unos cuantos paquetes de espagueti y algo de caraota y, quien sabe, que otra cosa innecesaria, si algo le quedaba en efectivo de la exigua beca eso se quedaba consumido en  jugos y golosinas en la misma cola, habrase visto mayor ofensa a un pueblo, eso en lugar de llamarse beca, debió llamarse mandado, en otras palabras, convirtieron al pueblo en un mandadero que tenia “la tarea” de llevarle al vendedor de víveres una orden de compra.  Al final de aquel día, quedaba unos pocos comerciantes, cansados de contar billetes, mientras por otro lado quedaban, millones de pobres llenos de bolsas de plástico y trasnochados, pero, viva la democracia de la cuarta republica donde todo era mejor.

Traigo este recuerdo a colación, para darle a entender al lector, que, los acaparadores terminan convirtiendo a los nerviosos compradores, que caen en la trampa de estos salvajes comerciantes, en empleados ad honoren, que en forma dócil vienen como locos desesperados a comprar una gran cantidad de mercancía, que el acaparador en lugar de distribuirla en un lapso de un mes seguramente la venderá toda en apenas un día, luego al día siguiente esconde la leche, y acumula el egoísmo de su clientela cautiva, para esquilmarlo de un solo viaje en un solo día, y de paso esparce con los payasos que nunca faltan en los supermercados, la calumniosa matriz de opinión, que ocasiona: que le echan la culpa del problema de la escases de productos al gobierno, o sea “todo es culpechavez”.

Los venezolanos, que necesitamos urgentemente tener una patria independiente, soberana y llena de venezolanos dignos, estamos en la obligación de hacer autocrítica constructiva y formarnos mediante la información, para tener elementos de juicio que nos salven de ser tontos útiles, de quienes solo quieren mantenernos esclavizados, en otras palabras quieren escamotearnos el poder que tenemos en el estado venezolano, porque, no debemos olvidar, que el pueblo tiene el poder y lo ejerce directamente mediante la constitución nacional (potentia). Cuando estemos bien informados, y los comerciantes escondan los artículos,  nuestra acción debe ser, hacer contraloría e investigación de inteligencia, ubicar los acaparadores y denunciarlos y por otro lado no salir en cambote ni individualmente a hacer compras estúpidas -que así se llaman esas compras ahora-, por que no existen razones nerviosas solo existen razones de estupidez.

El pueblo, tiene que informarse, de todo lo que le concierne en la patria que es su propiedad, que es donde el ejerce el poder y, la mejor forma de hacerlo, es estudiando e informándose, no es pasando horas frente a las televisoras y otros medios alienantes de la oposición, informándose de nada, y tragando conceptos e información pre deglutida por las anclas de la televisoras la prensa escrita los multiplicadores de fatuidad, ello es una situación sumamente asquerosa. Imagínese usted, que cuando, usted consuma sus alimentos estos hallan sido deglutidos por otro, en términos coloquiales eso significa comer vomito.

Hace algún tiempo escribí dos artículos donde hacia referencia a este tipo de guarimbas y manipulación de la oposición, explicaba cómo estos comerciantes opositores, además de abusar con el acaparamiento, convierte a ese pueblo en cómplice de sus tropelías. Porque debemos ser sinceros y entender definitivamente, que el capitalismo es muerte, no es agradecido, no respeta al humano, no es solidario, solo actúa por y para la acumulación de dinero y poder. ¿Usted va a seguir creyendo que hay ricos buenos?, ¿que los ricos hacen empresas para satisfacer necesidades de la población? N, definitivamente no, el capitalista y hasta sus hijos menores, cuando emprenden un negocio, lo hacen para lucrar, no lo hacen para favorecer a una población que necesite el objeto de la inversión. Les envío los links de los artículos referidos: http://www.aporrea.org/ideologia/a123611.html, http://misiondignidadhumana.blogspot.com/2010/06/articulo-verdades-historicas-por.html

¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOBERANA Y SOCIALISTA!

¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

wiliancastillop@gmail.com


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William Castillo Pérez


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