El grupo neo fascista Primero Justicia, participante hasta los tuétanos en el proceso golpista del 2002, con ministro incluido en el efímero gobierno carmonista, los mismos que dirigieron el asalto a la embajada cubana y promovieron las guarimba, lanzan, dentro del caos organizativo y de liderazgo que presentan la debilitada y golpeada contrarrevolución, la candidatura presidencial del yupi mayor, el vende patria Julio Borges.
Adelantan, con ese lanzamiento, un año el proceso electoral de próximo año 2006. ¿Se justifica la prematura política de los extremista de derecha del pequeño grupo político o ésta tiene otras connotaciones que el lanzamiento de la candidatura busca ocultar?
Dada la debilidad política de PJ, su nula incidencia a nivel popular e incluso de la clase media que aspira representar y de la escasa capacidad de liderazgo del soso y maligno Borges ¿cuál pudiera ser la estrategia?
Varias pudieran ser ciertamente. Una primera, y en la que todos los analistas bolivarianos han coincidido, es del lugar donde Borges hizo su lanzamiento, el estado Zulia. Ya ese hecho hace ver las primeras costuras de su saco de trapos conspirativos y separatistas. El también gobernador golpista, flamante firmante del decreto de Carmona que disolvió los poderes públicos y abolió la Constitución Bolivariana, es vox pópuli que no sólo tiene que ver con los problemas, conflictos y sabotajes que se vienen presentando en PDVSA occidente, sino sus vínculos con el embajador norteamericano –quien públicamente y sin ningún desparpajo habla por la prensa de la “república” del Zulia–.
Es decir, el secesionismo, la posible separación del rico estado petrolero del Zulia, se perfila como una de las nuevas políticas subversivas de la oligarquía, del imperialismo yanqui y de la corte de vende patrias de la clase media neo fascista y de extrema derecha donde el grupúsculo de Borges va a jugar, como lo jugó en la preparación y desarrollo del golpe de estado del 11 de abril de 2002, para derrocar a Chávez.
Un recuento de la secuencia de algunas de las políticas destructivas de los medios de opinión derechistas, de los grupúsculos políticos y sus opinadores, los “pronunciamientos de algunas mini Ongs, contra PDVSA; los sabotajes de la CIA –a través de falsas cooperativas– a la estatal petrolera; la declaración separatista del embajador yanqui a un periódico oriental; el lanzamiento de la candidatura de Borges desde Maracaibo y otros elementos más, configuran un cuadro o plan político subversivo en pleno desarrollo donde esa candidatura y la política del grupo golpista PJ –amparándose o utilizando la legalidad democrática y los derechos políticos que concede la Constitución Bolivariana a todos los ciudadanos, como cobertura legal para conspirar– intentarán convertirse en la vanguardia de la derecha y liderar nuevas aventuras golpistas.
Una candidatura presidencial extemporánea como la de Borges, por otra parte, es un fuerte ingrediente divisionista en el espectro opositor, donde los Salas Römer, Mary Corina Fernández y toda la corte de aspirantes ven amenazadas sus aspiraciones. Pero ese no es el problema de Borges, esa es la apariencia que da el lanzamiento de su candidatura, por lo menos en esta etapa, pero esperemos los acontecimientos. (5-06-05)