Simón Bolívar es el Padre de la Patria. Vivió acorde a sus principios y a su conciencia. Renunció a los privilegios de su clase. Fue amamantado por Mujeres Esclavas, condición que siempre respetó. Se educó bajo la tutela y amistad de un Socialista como Simón Rodríguez. Le declaró Guerra a Muerte a un imperio que invadió, robó y usurpó los recursos de un territorio con tres de las civilizaciones más adelantadas del planeta.
Libertó con su espada, hidalguía y estrategia naciones que vivían bajo la opresión. Generó un movimiento revolucionario que permitió la victoria continental a inicios del siglo XIX. Redactó documentos, organizó batallas, concibió un Mundo más equilibrado. Fue un verdadero estadista e intelectual reconocido por sus propios enemigos.
La grandeza de su obra es inmortal... es cierto. Pero gracias al Padre Cantor Alí Primera tuvimos a Bolívar de cerca. Su canto nos sentó "debajo de un arbolito que se salvó de la quema" y allí escuchamos sus reflexiones. El sistema educativo instaurado por los “indignos de su herencia”, aquellos “representantes de la democracia” nos habían alejado de su visión universal. En las escuelas se limitaban a difundir libros donde obteníamos de Bolívar sólo una faceta, la del militar, nada más, y muy escueta por demás.
Hoy, cuando la lucha de los pueblos vuelve a ser militante, Bolívar ha renacido. Su espada, como dice la consigna, camina por la América Latina. Las fuerzas se han encontrado, nuevamente, en el seno de la primera nación liberada de este continente. Nuestra Constitución contiene en su preámbulo una de las frases más hermosas dichas jamás: “poderes creadores del pueblo”. Alí Primera y Aquiles Nazoa también son Bolívar…
Así que aquél que desee sentarse bajo la protección de su envestidura debe, en primer lugar, asumir la lucha de los pueblos, de los débiles, de los humildes. La lucha de clases sigue latente en cada contexto mientras reine la explotación del hombre por el hombre. Las categorías científicas previstas en el Socialismo definen las características de la Revolución Venezolana: Bolivariana y Socialista.
Cada acción que emprendió Bolívar ayer, apenas hace doscientos años, le generó una consecuencia. Ganó batallas y enemigos. No sólo los vencidos por su espada sino aquellos que, a su lado, veían otra forma de gobernar al pueblo. Muchos de los gloriosos generales de la independencia traicionaron la esencia de la causa. Se gestó una oligarquía criolla con una ambición desmedida.
El Padre, el líder, el hombre, el Libertador fue perseguido. Sus propios compañeros de armas le dieron la espalda. Las ideas de Bolívar eran revolucionarias y eso no le convenía a los que, igual que en los años de oprobio, pretendían seguir siendo dueños de la tierra y de los hombres. Por eso insurgió Zamora, esa es nuestra historia, la verdadera.
Este proceso revolucionario de inicios de siglo XXI contiene una mezcla de diversas tendencias, eso es innegable. De cada espacio histórico se ha sumado lo positivo para generar una alternativa distinta al sistema capitalista que hoy se consume a España, Grecia y demás economías neoliberales que sucumben ante la vorágine del capital.
Esta revolución es Socialista y Bolivariana porque en su esencia cuenta con un pueblo consciente en “lograr la mayor suma de felicidad posible”. Esa es nuestra verdad y como tal la asumimos los hijos de aquel ilustre caraqueño que nació un 24 de Julio de 1783 y se convirtió, gracias a su convicción, a un hombre de Patria. Así que todo aquel que desee igualarse a Bolívar, fundamentalmente, debe abrazar su causa.
Cantor, Periodista y Aspirante a Maestro Ambulante
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