Pareciera obvio que comunicar en campaña electoral no es igual que comunicar desde la gestión de gobierno. Empero, también es verdad que en Venezuela concurre una realidad ineludible: La oligarquía parasitaria y los medios privados mantienen un bloqueo mediático a la gestión del Gobierno revolucionario.
Como dice Sánchez Gordillo, en las elecciones venezolanas no se trata de cambiar como en España “Un gato blanco por uno negro sabiendo que ambos cazan ratones” aquí se confrontan dos proyectos antagónicos de vivir y organizar la sociedad.
A demás, no podemos olvidar que el próximo 7 de octubre se confronta la primera gestión de Gobierno socialista en la historia de Venezuela.
La hegemonía mediática opositora vive minando la percepción social contra Hugo Chávez y el socialismo; en consecuencia, hasta un gerente o político opositor serio se da cuenta de que en este contexto, la comunicación no es solo una herramienta de gestión, esta adquiere propiedades y funciones vitales en el desmantelamiento de los campos minados por la mediática antipatria.
En ese sentido, las cadenas presidenciales son una respuesta táctica al bloqueo mediático opositor contra el Gobierno.
Es el Presidente Chávez quien está en campaña a la reelección y no existe ninguna razón legal ni ética que le impida realizar sus cadenas.
La campaña ha ratificado la percepción que se tiene sobre el liderazgo de Hugo Chávez, su lucha por la independencia y soberanía de la Patria y el socialismo. ¡Luchar hasta vencer!
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