Un millón de bolívares le cobraron a mi hermana por tres puntos de sutura que le tomaron en la frente ami sobrinito. Eso significamás de trescientos mil bolívares por cada hilo cocido en una herida que apenas pasó la categoría de rasguño. Todos los niños del mundo alguna vez en su vida aterrizan con su cabecita en una piedra, pero son pocos los que tienen con qué responder a semejante atraco. La clínica avileña donde lo atendieron preguntó primero a la madre si tenía seguro porque ése es el pasaporte más directo a la especulación.
Si usted toma la previsión de comprar una póliza podrá encarar una emergencia, pero cuídese de que no le suceda porque verá cómo se consume pronto el monto protegido. No se le ocurra pensar que las víctimas son las compañías aseguradoras, porque ellas se lo cobrarán en la próxima renovación. El único que pierde es usted, en esta centrífuga estafadora en que se han convertido los servicios.
Esa misma hermana y ese mismo niño están en este momento en la carrera de encontrar un nuevo preescolar, porque el colegio donde hasta ahora la criatura aprendía a jugar con plastilina y a no tirarse de cabeza del tobogán para evitar las piedras, subió la mensualidad a más de quinientos mil bolívares.
En su casa no se puede pagar ese lujo y el bebé se queda sin escuela porque ya no hay cupo en ninguna parte.
Ruego porque ella no pretenda también mudarse, porque se va a encontrar entonces con que los alquileres y los precios de los apartamentos están alcanzado cifras que son tan escandalosas que hasta lucen ridículas, como piezas de un mal chiste. El metro cuadrado de vivienda pasó a ser un tesoro inalcanzable.
La onda especulativa ha expandido su radio de acción igualmente hacia los mercados libres, y aquellos lugares que antes eran la opción de las clases medias y bajas para la compra semanal, se han encarecido tanto como los supermercados sofisticados que venden por internet.
Junto con las políticas de barrio adentro, de escuelas bolivarianas y de mercales, que le resuelven la vida a muchos venezolanos, el resto de nosotros esperamos que, como mínimo, se implementen medidas que combatan la especulación porque si no, no vamos a caber todos en los cerros.
Periodista