Va de historia: el día 7 de octubre de 2003, la Contraloría General de la República Bolivariana de Venezuela publicó en el diario Últimas Noticias un cartel donde decía: Se hace saber: Que en vista de que la ciudadana Antonieta Mendoza de López no se encontró en su casa el día 15 de septiembre de 2003, se procede a publicar este cartel.
El cartel contaba que la señora Antonieta Mendoza de López era funcionaria de Pdvsa, y que para el momento ejercía el cargo de gerente de Asuntos Públicos. En ese momento también su hijo,Leopoldo López, trabajaba en Pdvsa como analista de Entorno Nacional. Es decir, gente que ama la Tradición, la Familia y la Propiedad privada. Ya vamos entendiendo el cartel.
El cartel habla de una donación de Pdvsa a través de la señora Antonieta Mendoza de López por la cantidad de Bs sesenta millones sesenta mil, para la Asociación Civil Primero Justicia.
Muchos años después, frente a los diputados de la Asamblea Nacional, el diputado Diosdado Cabello mostró una copia del cheque donde se ratificaba esa donación. Y decía que: “Este cheque es falso, el verdadero lo cobró Julio Borges”. El diputado Julio Borges se acercó airadamente al presidente de la Asamblea Nacional, diputado Fernando Soto Rojas, para pedir la palabra, y apuntándolo con el dedo dijo: “Nosotros recibimos donaciones no sólo de Pdvsa, sino también de muchas instituciones”.
Ahora, con la tragedia en la Refinería de Amuay, donde la oposición, con sus declaraciones, demostró una vez más su amor por las tragedias, uno de los que recordaron que la vieja Pdvsa era superior a esta nueva Pdvsa que permitía que sucedieran este tipo de tragedias, fue Leopoldo López, ahora en el comando de campaña de Henrique Capriles Radonski.
Es evidente que no sólo Leopoldo López, también Julio Borges y Capriles Radonski deben extrañar mucho esa vieja Pdvsa, puesto que, gracias a ella, aquella asociación civil que ellos crearon se convirtió en el partido Primero Justicia.
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