En los actuales momentos, la cota de Lago de los Tacarigua supera los 412 metros sobre el nivel del mar (msnm). Decirlo así pudiera no ser noticia. Pero resulta que el muro de contención que se fabricó en el sector La Punta, estado Aragua, en el año 2005, fue diseñado originalmente para contener el avance del Lago y dar un lapso de cinco años, aproximadamente, para realizar el saneamiento y obras de trasvase que impidieran que esta cuenca endorreica siguiera creciendo e inundando zonas que antaño le fueron propias y que hoy están ocupadas por viviendas y fábricas. La cota de seguridad se estableció en 412 msnm.
La estructura del muro, por condiciones de ingeniería, se diseñó para tener unas dimensiones de base, altura y tope, que impidieran que la fuerza del oleaje dentro del lago, la volcase, generando la inundación inmediata de terrenos ubicados por debajo de los 408 msnm y poniendo en riesgo la vida de por lo menos 8000 personas que habitan en sus alrededores. Sin embargo, a lo largo de estos años, y especialmente desde 2011, se ha incrementado la altura del muro, agregando tierra y sacos de arena, debido al crecimiento desmedido del lago. Esta situación, desde el punto de vista de la ingeniería, pudiera atentar contra la estabilidad del terraplén, el cual presenta socavamientos y reducción del tope, el cual originalmente medía 3.60 m en toda su extensión y hoy día tiene espacios que, a duras penas, llegan al metro cincuenta de ancho.
Y siguen las lluvias…con lo cual el riesgo crece con cada centímetro de agua que entra en el lago y con cada centímetro de tierra que se coloca sobre el terraplén para contener sus aguas.
La situación ha sido catalogada como una emergencia, tal como se puede constatar en las gacetas oficiales Nº 39.800 (15 de noviembre de 2011) y la 39.921 (14 de febrero de 2012) que la prorrogaba por 90 días, contados a partir de su publicación, abarcando cinco municipios de Aragua (Girardot, Zamora, Libertador, Francisco Linares Alcántara y Sucre) y cinco en Carabobo (Diego Ibarra, San Joaquín, Guacara, Los Guayos y Carlos Arvelo) Las condiciones actuales parecieran indicar que es urgente, no solo la declaratoria de la Emergencia, sino la realización de las acciones pertinentes para salvaguardar la vida de las personas que habitan en las adyacencias del lago, aún en contra de su voluntad.
Hoy por hoy, es necesario acometer el problema del Lago de los Tacarigua, como un asunto de Estado. Como un problema ambiental de pronóstico reservado. Establecer vías de información y convencimiento de las personas que aún permanecen en las riberas del lago, de la necesidad de protegerles, desalojándoles de la zona y llevándoles a refugios o asignándoles viviendas en otros espacios más seguros, con el respectivo resguardo de sus enseres.
La situación no es nada fácil, por lo que el Gobierno Regional y sus instituciones deberían hacer acopio de todos sus recursos de persuasión y trabajo efectivo e integrado, para lograr la salida de las personas. Simultáneamente el Gobierno Nacional, a través de los Ministerios respectivos, determinar la situación objetiva del lago, implementar urgentemente las posibles soluciones y verificar que lo decretado se cumpla, que los recursos destinados a subsanar el problema se inviertan en lo pautado. Es prioritario que se realice un análisis de escenarios.
En ese punto, del análisis de escenarios, es donde entran a jugar el candidato Capriles y su combo. Según varios analistas políticos, la ocurrencia de una situación de conmoción nacional podría revertir la tendencia inevitable de su derrota. Esto resultaría descabellado si el candidato y los financistas fuesen otros. Pero, sabiendo la realidad que tenemos, no es absurdo pensar que el candidato coyote y sus asesorías extranjeras (gringas, colombianas-paracas, europeas) puedan intentar la “explosiva aceleración” de los daños estructurales del muro de contención, si con ello lograran hacerle mella a la candidatura del presidente Chávez. Total… ¿qué significaría el sacrificio de 8000 vidas si se lograra acceder al Palacio de Miraflores? La relación “costo-beneficio” puede ser tentadora…
Ya sabemos lo que en esos países, promotores de la candidatura majunche, han sido capaces de hacer para cumplir con sus propósitos (torres gemelas que se derriten, falsos positivos, asesinatos crueles y atentados, bombas en trenes, etc) y también hemos sido testigos de lo que procuraron hacer con lo ocurrido en Amuay y con cada situación, por pequeña que sea, que se presente en el país. Para esta gente, es fundamental mantener a sus correligionarios en estado de permanente alerta y stress e inocular odio y más odio, en las maltrechas mentes alienadas.
En varias zonas de los barrios del sur de Maracay, por ejemplo, se ha visto muy activado al candidato Mardito, repartiendo planchas de zinc y favoreciendo, unas veces con su silencio y otras con su accionar, la permanencia de las personas en sus viviendas. Con ello, entorpece la labor de instituciones gubernamentales que quieren resguardar las vidas de estas gentes y logra mantener la situación de zozobra. Y la emergencia, creciendo….
En este sentido, corresponde a los organismos de seguridad del Estado y a todo el aparato gubernamental, hacer lo que haga falta, no solo para garantizar la estabilidad estructural del terraplén, sino para el desalojo inmediato de las personas en riesgo, aún en contra de su voluntad. Más vale equivocarse haciendo, que dejando de hacer…
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