Reconciliación nacional

Permítanme insistir, a sabiendas del próximo triunfo del candidato presidencial Hugo Chávez, en el trabajo inmediato que habrá que realizar para la reconciliación nacional. Y no me refiero a reuniones políticas con la oposición, mucho menos a distribución de cargos entre los partidos, pues aquí el puntofijismo murió hace tiempo.

Me quiero referir a la clase media, a una parte importante de la población que adversa a nuestro candidato. Y no sólo lo adversa sino que enfatiza su posición con sus emociones de miedo, en algunos incluso de rencor, tratando de evitar los próximos 6 años en socialismo.

He oído a muchos planear la huída. La salida del país hacia otros rumbos, hacia países extraños que nunca los acogerán como "hijos de la patria". Hacia países como Estados Unidos donde, por ejemplo en Florida, quien llega con un título de médico, sudado durante por lo menos 8 años, pagados sus estudios por el gobierno venezolano, es invitado en cuñas televisivas a ser "enfermero certificado" luego de 13 meses adicionales de estudio. Si no es médico, puede alcanzar el título en apenas 18 meses. Es decir que, los costosos y laboriosos estudios de medicina que hizo en Venezuela se resumen en, si acaso, 5 meses "útiles". Para ser enfermero. Y si estos connacionales piensan que la huída, como un espejismo, mejorará su calidad de vida, siempre sentirán, como decía recientemente una conocida figura pública opositora entrevistada en un canal latino de Miami, que Venezuela es el país más bello del mundo.

Ya el Presidente Chávez, a lo largo de sus gobiernos, ha hecho el intento de reconciliación. Particularmente recuerdo la madrugada del 13 de abril de 2002 cuando, con un Cristo en sus manos, cansado, humilde, agradecido, llamaba al entendimiento. Pero las acciones siguientes de la oposición, fueron descaradas y destructivas y hubo que protegerse y proteger a la incipiente revolución, proteger a la Patria que estaba naciendo. Obviemos a ese grupo político irracional.

No permitamos que justos paguen por pecadores. Apoyemos al Presidente buscando el acercamiento. Se trata de disipar los temores con la información veraz, escuchar sus razones, oír sus angustias. Explicarles que el socialismo lo debemos construir juntos, respetando los principios de inclusión e igualdad. Hacerles comprender que el socialismo no pretende atropellar a ningún venezolano, sino que lleva intrínseco la imperiosa necesidad de proteger a la población vulnerable y frágil ante la amenaza del poder, de doquiera éste provenga.

Convidarlos a trabajar unidos hacia la obtención de la mayor suma de felicidad posible, para todos sin exclusión. Y, muy importante, asegurarles que este gobierno siempre ha estado, y estará, dispuesto a revisar y rectificar. Se trata de una gran tarea, gigantesca, pero ya sabemos que esta revolución hace milagros. Busquemos la reconciliación. Aunque no llegue el abrazo fraterno, por lo menos el respeto y la solidaridad entre todos. ¡Adelante Presidente! ¡Adelante revolucionarios!¡Adelante venezolanos!

flaviariggione@hotmail.com Caracas



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Flavia Riggione

Profesora e investigadora (J) Titular de la UCV.

 flaviariggione@hotmail.com

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