Quienes van a votar por Henrique Capriles no lo hacen por él, sino en contra de Chávez, y bajo esta premisa incluyo al mismísimo Capriles. Lamentable es que la realidad sea esta, pero nadie puede afirmar o sostener que Henrique Capriles es un buen candidato o “pinta presidente”. Pruebas de ello hay de sobra: “retuitea” documentos sin confirmar la fuente, firma documentos sin leerlos, plagia el gobierno de Hugo Chávez, niega sus orígenes, no conoce a Venezuela, desconoce los fundamentos del derecho internacional, se burla de la necesidad de “contribuir a la salvación del planeta”, niega a los adecos, copeyanos y demás copartidarios, y un largo etcétera, que incluye aspectos personales que no es de nuestro interés comentar.
La elección de un “JEFE DEL ESTADO”, mas allá que un presidente, es una cuestión seria, y demanda de todos nosotros responsabilidad y sindéresis. No esta en juego un cargo público cualquiera, ni se trata de “darle chance a otro a ver que pasa”, se trata del destino de una nación, lo cual no solo incluye a la independencia y la soberanía, sino el bienestar interno, la paz la tranquilidad y el “verdadero progreso”.
Que nadie se llame a engaño, Hugo Chávez ha demostrado ser un estadista y un líder internacional. Ha develado ante el mundo, de viva voz, las actuaciones y las pretensiones de las potencias internacionales hegemónicas hasta hoy, ha rescatado el concepto de la izquierda revolucionaria, devolviendo al socialismo su origen genuino: el humanismo, la solidaridad y la igualdad.
Los errores cometidos por la revolución bolivariana, o mas bien por quienes se dicen ser revolucionarios, están allí, y serán corregidos, lo que se ha dejado de hacer se hará, lo que se deba inventar o reinventar tendrá su momento y sus inventores, pero echar atrás, jamás.
El corazón de pueblo y corazón de la patria existe de verdad verdad no es un simple eslogan…es la consolidación de lo que empezó en 1998 como un sentimiento nacional y hoy es amor verdadero en el pueblo pueblo.
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