Ideas para el nuevo gobierno de Chávez

I.

Se dieron las elecciones presidenciales, ganó Chávez, ganó la Patria. Estamos contentos pero no conformes por la victoria que obtuvo el proyecto revolucionario socialista en Venezuela el pasado 7  de octubre. Queríamos 10 millones de votos  para mi Comandante.

Contentos porque el Camarada Chávez seguirá al frente del gobierno por un tiempo nunca menor a 6 años y  eso posibilita la concreción del Proyecto Simón Bolívar. Sin embargo, la productividad electoral en seis años, a  favor de Chávez, fue muy baja (apenas 828.000 votos),  lo  cual nos obliga a pensar en nuevas formas de gobernar que aceleren, tanto la solidaridad, como el sentido de pertenencia de la totalidad de pueblo hacia el proyecto histórico emancipador y su líder Hugo Chávez Frías. Estas dos deben manifestarse en lo concreto, defendiendo la causa política para permanecer en el Poder Publico Nacional mientras sea estrictamente necesario.

No se trata de tenerle miedo al crecimiento sostenido de los votos de la oposición, ya que a ritmo constante, esta no podrá ni ganar un referendo en 2016 ni las elecciones de 2018. Se trata de profundizar la revolución en espiritualidad, institucionalidad y solidaridad.

II.

El gobierno de Chávez tiene que cambiar las formas de gobernar y  de hacer política.

Hasta ahora la acción gruesa del gobierno nacional ha estado en manos de los gobernadores que crearon autoridades únicas, postularon directores para las dependencias de los ministerios y asumieron misiones sociales, generalmente sin eficacia política ni calidad revolucionaria. Prácticamente, Chávez solo mandaba en Caracas. Ya vimos que el saldo electoral de ese tipo de gestión no es muy  halagador. Esto tiene que cambiar, así los entes del Poder Publico Nacional deben actuar en cada estado bajo las directrices de Chávez y su plan revolucionario.

El gobierno adoptó los benditos operativos como una política pública para todo y por siempre, lo cual no da saldos ni organizativos, ni electorales. El nuevo gobierno tiene que avanzar hacia la institucionalidad de la revolución que genere organización, movilización y solidaridad en el poder popular.

A excepción de Chávez y muy pocos camaradas dirigentes, el decir y el hacer no  caminan juntos. Chávez ordena cosas y pocos le paran, los altos funcionarios no se rebajaron los sueldos, se compran carros lujosísimos para las empresas y cuerpos policiales, siguen  contratando seguros de salud que especulan, aumentaron las pautas publicitarias en medios golpistas, las cuentas de los entes públicos están en la banca privada, los centros cardiológicos y oncológicos los inauguran  pero  no los ponen en funcionamiento, siguen las vallas con Chávez levantando manos a alcaldes y gobernadores, todavía hay resistencia a fortalecer el intercambio comercial con Cuba, entre muchas.

En ministerios y empresas básicas los opositores al gobierno siguen en cargos de confianza (libre nombramiento y remoción) tomando malas decisiones para afectar al gobierno revolucionario.

Muchos gerentes de las empresas básicas de Guayana le hicieron la campaña a Capriles y se retrataron con él.

III.

Tenemos que discutir sobre la relación entre el crecimiento de los votos de Chávez y la  forma de gobernar transfiriendo  la direccionalidad de los asuntos del gobierno nacional a los alcaldes y gobernadores, en una especie de cheque en blanco.

Sugerimos desarrollar en Foros Comunitarios, la pregunta ¿Cómo se gobierna un país para llegar al socialismo?, con la idea recoger propuestas a ser enviadas al Camarada Chávez para su nuevo gobierno.

aadarfio@hotmail.com




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Alexis Adarfio Marín


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