Hay tres
dogmas esgrimidos desde el alto gobierno que son equivocados y nos están
conduciendo a errores graves.
1) Le
he escuchado en varias ocasiones al ministro Jorge Giordani, al hablar del
rentismo petrolero que predomina en nuestra economía, decir que nuestro país capta
una renta internacional que nadie produce. Esta afirmación no es correcta. El
petróleo y sus derivados son producidos por la clase trabajadora petrolera,
desde el obrero que participa en la exploración, extracción, refinación y
comercialización, hasta los Guardias nacionales que murieron en Amuay cuidando
esas instalaciones, pasando por los profesionales que diseñan, coordinan,
planifican y ejecutan los proyectos energéticos y sociales de nuestra
industria. Hay que diferenciar la renta, que es el pago por el uso de la tierra
y sus bienes naturales, concepto que en el negocio petrolero se conoce como royalties
o regalías, de la plusvalía que la clase trabajadora incorpora al petróleo
sacándolo de la tierra o el mar y transformándolo en cosa útil. Esas ganancias
de la industria e impuestos que cobra el Gobierno, son la suma de esas
plusvalías. Es muy importante aclarar esto, porque de allí parte la
caracterización de la economía venezolana y la necesaria transformación
revolucionaria de la actitud y aptitud productivas del país. Por favor, no se
confunda esta crítica con alguna predisposición hacia el profesor Giordani, a
quien consulté y leí desde mis tiempos de estudiante y a quien considero un
cuadro fundamental de nuestra revolución.
2) La segunda
idea equivocada se la escucho frecuentemente a nuestro máximo líder, amado
Presidente y Jefe de la revolución, Hugo Chávez. El Presidente dice en sus
mensajes televisivos y discursos, que las empresas del Estado no deben
interesarse en generar ganancias, que lo importante es que produzcan bienes y
servicios para la población. Esta concepción es errónea. La empresa estatal de
orientación socialista tiene que producir bienes y servicios de calidad para la
población, pero debe, obligatoriamente, generar ganancias (o si se prefiere,
para no repetir la categoría capitalista, digamos excedentes) para enfrentar
los retos de invertir en crecimiento, actualizarse tecnológicamente, pagar la
depreciación de equipos e instalaciones, mejorar las condiciones salariales y
de seguridad social de sus trabajadores, y cumplir con sus obligaciones de
corresponsabilidad comunitaria. Esa visión incide en un actitud productiva
escasa, que es uno de los problemas que tenemos que superar como sociedad, y
está íntimamente ligado al tema del rentismo que antes comentamos. La chequera
petrolera sirve para subsidiar empresas improductivas, pero ese juego es harto
peligroso e inestable. El socialismo del siglo XXI tiene que ser productivo
para garantizar el bien social, la estabilidad política y la soberanía
nacional.
3) La tercera
idea loca es esa que algunos le han vendido al Gobierno de que en Caracas cabe
otra Caracas. Esta concepción es profundamente contrarrevolucionaria. Atenta
contra el concepto filosófico esencial del buen vivir, porque condena a los
ciudadanos a ser presos del enjambre de concreto y asfalto, ruido, contaminación,
basura, colas y estrés. Contraría el principio productivo del socialismo,
porque se trata de una ciudad parasitaria de la nómina burocrática y los contratos
públicos. Beneficia a la parásita burguesía comercial importadora, que es la
que gana con un mercado de millones de seres humanos hacinados en un solo
lugar, cercano al puerto donde baja los cachivaches que venderán a las pobres
víctimas del consumismo neoliberal reinante. El país debe gastar sumas
astronómicas en obras públicas, subsidios, espectáculos, monumentos, metros,
metro cables, etcéteras, y hasta
televisoras que informen sobre el tráfico vial, para una capital colonialista capitalista
improductiva. Mientras, miles del interior del país y del extranjero, seguirán
viniendo a disfrutar las oportunidades de la capital, que nunca tendrán en
sus lugares de origen.
El alerta
es que la corrupción nos está acabando por dentro, como el comején que carcome
solapadamente hasta que se cae la casa.
caciquenigale@yahoo.es