Magisterio, Judas y SNI: al 15 de enero - 50 años de laberinto y soledad.

Sin lugar a dudas, hemos avanzado bastante con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Negar los cambios y transformaciones es coquetear con esa misma derecha que propició la urgente sustitución del otrora estado de derecho, dejando a la representatividad como un cascarón vacío bien lejos en la historia; y/o con quienes hoy pretender darnos lecciones de participación y protagonismo pero que hicieron silencio durante las guarimbas, el bachaqueo, intentos de magnicidio, amenazas de ocupación, encaletamiento de los alimentos por parte de Mendoza y Cargill, asedio económico, saboteo eléctrico etc, etc, etc con la deliberada intención de nariceadamente hacernos insurgir contra el estado democrático y social de derecho y de justicia. Por estas razones, más allá del polo patriótico, yo no tengo interlocutor. Ahí están las redes sociales como evidencia etnográfica de que el pueblo ha vivido, por si las dudas. En el contexto de esta lucha por la preservación de la patria, los maestros hemos sido el sector trabajador que más cuero ha llevado. Hace 9 años y hasta más escribí artículos en estos espacios y a una década y más de distancia, las exigencias magisteriales son las mismas: Magisterio: 200 años de espera no bastan? Todavía adolecemos de la seguridad social por cual clamó el maestro Simón Rodríguez en 1817 "No se tome la vocación por inspiración, ni el hambre por llamamiento al magisterio. El maestro debe contar con una renta que le asegure una decente subsistencia, y en que pueda hacer ahorros para sus enfermedades y vejez". Asediados, perseguidos, amenazados, vilipendiados como nación, el maestro de la patria continúa su vía crucis con el peso del país prometido sobre sus hombros. Muchas de las ideas en el texto constitucional fueron inoculadas en la escuela, el liceo y la universidad de manera esperanzada para que llegado el momento brillaran con luz propia. Pero es que la decadente política salarial docente no es nueva. Las décadas de los 70, 80 y 90 así lo confirman. Si revisamos la historia musical gaitera (canción de protesta en su momento) encontramos que la IV república ya venía dando traspiés. Viva la Democracia con Ricardo Cepeda y la Universidad de la Gaita año 1980 así lo gritaba. Fueron días duros para el sector trabajador venezolano sin viviendas, salarios dignos, hampa con el moño suelto, lista de bachilleres sin cupo, recluta, ley de fuga, ley de vagos y maleantes, seguridad social nula, salud, alimentación y hacinamiento, ni siquiera educación ni agua. La precariedad campeaba por aquellos días tanto que el mismísimo Arturo Uslar Pietri lo recalcó en un programa televisivo en 1999. Por cierto, todos los Programas de Igualdad de Oportunidades de las universidades nacieron precisamente como respuesta de nivelación en matemáticas, química, física y lectoescritura a una educación pública desatendida y en desbandada que prácticamente abandonaba a sus bachilleres al vampiro insaciable de las Pruebas de Admisión. Solamente la Universidad Simón Bolívar preinscribió mas de 380 mil aspirantes en 47 años, permitiendo la entrada de 81 mil… nada más. Fueron 30 años duros de IV república para los sectores mayoritarios del pueblo venezolano, quedando el lomito del buen vivir para una minoría abyecta que se aseguraba el apellidazo bendecido de la dirigencia futura del país. No obstante la psicología de la opresión perenne y sus operadores endógenos y exógenos, insisten en tácticas desmoralizantes con la intención de que olvidemos. El control de locus externo colocado en: eres pobre porque quieres. Inmisericorde torpedeo contra nuestras instituciones incluye al mismísimo Sistema Nacional de Ingreso que hoy asegura la inclusión de casi medio millón de bachilleres anuales en las diversas carreras de universidades públicas han sido víctima de ataques cibernéticos vía Granjas de bots situadas en todo el mundo. Toda la canalla volcada contra la revolución bolivariana en compañía de cierta Ginización abominable. Mientras tanto, aquí en la patria de Bolívar y Chávez todavía hay ingenuos creyendo que es posible que el capital internacional nos deje desarrollar nuestro sueño participativo y protagónico en paz. Vamos dando pasos como un gigante ciego sin considerar que hay que blindar la base profesional no solamente magisterial, con conquistas contractuales que eleven la moral de la mano de obra capacitada de la patria. Y es entonces por esa brecha (entre muchas otras) por donde las garras de Judas se siguen colando para atentar contra la fe y la esperanza (hay estudios serios que lo evidencian). La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela no ha desplegado las alas de la equidad en sus líneas porque ha estado ocupada defendiéndose, defendiéndonos. Han sido 25 años de oprobioso saboteo. Y hemos sido los maestros quienes más hemos sufrido la amargura del abandono, la desprotección laboral sin IPASME, política de viviendas, línea blanca, computadores, vehículo, ropa, medicinas, alimentación... 50 años pelando: para el 2014 los HCM docentes todavía al igual que hoy, son rechazados. Magisterio sin gremios que nos defiendan. Todos se pasaron al desquicio de la derecha. La locura apátrida opositora en su afán por torpedear el proceso bolivariano para sembrar desconcierto, la emprende contra los bachilleres del Sistema Nacional de Ingreso en las universidades públicas. Las aulas en los pedagógicos permanecen vacías. Nadie quiere ser profesor debido a las pírricas condiciones de vida a las que somos sometidos gracias a las condiciones de guerra que la canalla le vienen imponiendo al país desde 1999: 644,02 bolívares más bono mensuales para jubilado. Nuestros genuinos pedagogos en escuelas y liceos, continúan su lucha a brazo partido para elevar la calidad de la enseñanza en nuestros bachilleres que enfrentan difíciles y precarias condiciones: 3 años de pandemia Covid 19 incluidos. Mientras tanto, en la universidad, matemáticos, físicos, químicos, arquitectos, periodistas, historiadores, orientadores, etc, sin conocimiento alguno de pedagogía ni de didáctica de lo que enseñan, con perturbadoras ideas políticas, diezman los sueños de muchachos que transitaron la ruta de nuestros Semilleros Científicos con Ruta de la Ciencia incluidos. Esto no es nuevo Ministra María Gabriela Jiménez. Una adecuada política salarial con marcadas mejoras contractuales en conjunción con la urgente vuelta de la mirada gubernamental hacia la universidad para hacer cumplir el Artículo 104 de la Constitución - La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica son la medida urgente. El proceso político que nos ocupa a raíz del cambio de paradigma debido al agotamiento del modelo puntofijista, reemplazó de una vez y para siempre la alternabilidad político partidista que otrora desangró literalmente al país. No es prudente esperanzarnos en pactos con la derecha hambreadora, misógina y necrofílica. Solamente quienes creemos en el futuro inspirado en las líneas de nuestra constitución bolivariana tenemos la responsabilidad de hacer que este proyecto inspirado entre otros en la doctrina de nuestro Libertador, florezca. Una sociedad más justa lejos del enfermizo emprendidurismo vulgar que aleja solapadamente a nuestros jóvenes del cultivo de sus talentos es posible. La ciencia educativa magisterial que hace de la problemática de cada alumno en determinada comunidad académica un objeto particular de estudio derivando en una metodología específica para un accionar peculiar es una de las rutas para lograrlo. La universidad adolece de sensibilidad social. Pero eso sí, la formación pedagógica en conjunción con el equilibrio en el ejercicio profesional contractual otorgarían el carácter de irreversibilidad al modelo en la Constitución de 1999. La canalla no nos va a soltar. No nos van a dejar tranquilos en nuestro sueño emancipatorio. Siempre preferirán a Barrabás. De ahí la importancia y urgencia de fortalecer a nuestro sector docente. Héctor, estos viejos a quienes propones volver a las aulas, sobrevivimos la IV y luchamos en la V. Todavía tenemos hambre de justicia contractual. Abre los ojos y mira hacia la juventud de relevo en el marco del estado democrático y social de derecho y de justicia. Toda lucha que implique devolver al pueblo venezolano derechos que les fueron secuestrados por más de 40 años de IV república, 3 años de Covid 19 y el saboteo a la CRBV, pasa necesariamente por resarcir la inmensa deuda con el magisterio. Esa es la justa dimensión.

Dudas? A pesar de las 35 elecciones en 25 años, Judas sigue ahí…



Esta nota ha sido leída aproximadamente 563 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter