El funcionario corrupto es peor que la prostituta, porque la prostituta vende su cuerpo pero deja intacta su alma, y el funcionario corrupto vende su alma para alimentar el cuerpo. La ética estudia los valores, es decir, todo aquello que las personas desean, consideran importante de hacer o conformar su manera de ser. Los seres humanos, por ser libres, vamos formando nuestro carácter, es decir, la manera habitual de ser y hacer, mediante nuestros actos, la formación del carácter presenta una doble dimensión: en primer lugar, con cada acto elegimos una entre varias posibilidades, como ejemplo; en este momento puedo poner atención a las clases o utilizar mi tiempo para escribir algo que me interesa, o no poner atención, ni respetar el tiempo de otros, o fastidiar al maestro o a mis compañeros, etc., en segundo lugar con cada acto configuramos la conducta habitual: quien roba se hace ladrón, quien miente se convierte en mentiroso, quien estudia se convierte en estudiante. Haciendo el mal, adquirimos hábitos negativos (vicios) y nos hacemos personas negativas o viciosas; haciendo el bien adquirimos hábitos positivos (virtudes) y nos hacemos personas buenas, correctas o virtuosas.
El término conciencia puede utilizarse en dos sentidos: uno general, el de la conciencia propiamente dicha, y, otro específico, el de la conciencia moral. El primero es el que encontramos al expresarnos como: "CAPriles Radonski ha perdido la conciencia", " La juez Afiuni no tenía conciencia de la gravedad de sus hechos", con estas expresiones concuerda la de "tomar conciencia de nuestros actos", que equivale a tomar conciencia de nuestros actos o de lo que estamos haciendo. En todos los casos, el conocimiento o reconocimiento de algo, y el tener conciencia o ser consciente es comprender algo que está sucediendo o también registrar su existencia y ponerse a cierta distancia de lo real, además la conciencia anticipa idealmente en forma de proyectos, planes o fines, lo que va a suceder. Y, en este sentido, se dice que " La juez Afiuni no tenía conciencia de la gravedad de sus hechos; es decir, no anticipaba idealmente lo que podía sucederle.
Comandante presidente, disculpe, pero, por que ir en contra de la corriente; usted en una oportunidad dio clase magistral de lo que es tomar una sabia decisión, al remover a Juan Carlos Loyo, por su nefasta gestión en el cargo que ocupaba, nada más y nada menos Ministro de Agricultura y Tierras; es que me lo pregunto y no me lo creo comandante; será que usted se deja embaucar de la burguesía que sigue haciendo plata a costilla de la Revolución. Digo comandante, porque usted, tendría conocimiento como marchaban las instituciones dependientes del ministerio de Agricultura y Tierras, estando Juan Carlos Loyo como Ministro. Comandante presidente me vi en la obligación de visitar la hacienda Bolívar, sí, esa hacienda que se convirtió en el iceberg de la revolución bolivariana, y comentario obligado del pueblo y aplaudida sabia decisión tomada por usted. Después de la expropiación, quisiera que algunos de los cien (100) inspectores visitaran a dicho predio. Nada que ver con lo que usted ordenó hacer comandante.
Comandante presidente, lo que pasó en el Instituto Nacional de Tierras (INTI) estando al cargo de esta institución Juan Carlos Loyo, casi lo mismo que pasó en la Finca Bolívar, un desastre. Pero siempre en nuestra Revolución existen personas que le duele lo que a usted, a la revolución y al pueblo venezolano le hace, nuevamente tomo usted comandante otra sabia y urgente decisión, puso al general Luis Motta Domínguez al frente del INTI. Nueve (9) meses exactamente, duro Luis Motta Domínguez, en el Instituto Nacional de Tierras (INTI); para que, la corrupción que dejo Juan Carlos Loyo en el INTI, sufriera un bajón arrechísimo, a raíz de la brillante gestión de Luis Motta Domínguez, aunque faltaba mucho por erradicar, se estaba haciendo el trabajo.
Comandante presidente, en la gestión de Juan Carlos Loyo, en Lácteos los Andes, otro desastre comandante, no salían las cantidades de jugos a los venezolanos que tendrían que llegarle, en vista que los productores no contaban con los insumos necesarios para la producción de frutas, y usted comandante presidente bajando los recursos a Juan Carlos Loyo a diestra y siniestra. Juan Carlos Loyo, como ministro de Agricultura y Tierras en su administración pasada, fue un DESASTRE con MAYUSCULA comandante presidente, tan así es, comandante presidente, que actualmente AGROISLEÑA, todavía no ha cambiado el nombre a AGROPATRIA, todavía sus facturas salen a nombre de AGROISLEÑA C.A, SUCESORA DE ENRIQUE FRAGA ALFONSO.
Comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías, no es la primera vez, que usted nos manda hacer CONTRALORIA SOCIAL, a CRITICARNOS y AUTOCRITICARNOS, los revolucionarios por convicción, no podemos quedarnos quietos como ciudadanos, hay que hacerles ver a los que cometen actos de corrupción que no tenemos miedo a denunciar, y que exigimos más respeto para con el pueblo venezolano. En vista de la nefasta gestión que tuvo Juan Carlos Loyo en su anterior administración, me vi en la imperiosa necesidad de denunciar una gran cantidad de ilícitos que se estaban realizando en AGROPATRIA-MERIDA, nuestras ventanas Aporrea, Ensartaos, Noticias Candela, Abrebrecha, entre otras pagina Web, publicaron los artículos que escribí denunciando los ilícitos que estaban ocurriendo. Y no pasó nada comandante. Comandante presidente, ¿por qué tropezarnos con la misma piedra dos veces? Comandante presidente, ¿será que en nuestra revolución, no hay personas capaces? ó será comandante que en su gabinete, no hay cabida para revolucionarios.
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Solo el pueblo salva al pueblo.
Patria Socialista o Muerte… VENCEREMOS.