…y entonces, Roberto, cuando mi papá vio a Nicolás Maduro y a Jorge Valero, decir a coro que “ahora Venezuela forma parte de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas –ONU-, se acercó y me dijo: “Cinthya, por favor, dame una cachetada para ver si despierto, porque creo que estoy soñando”.
El mesonero se acerca y coloca en la mesa de botellita de agua Evian y después deja por allí el café negro y, viendo a Cinthya Machado Zuloaga de frente le dijo: “La verdad señorita, que si usted me promete que va venir todos los días, yo trabajo gratis, porque me conformo con verla aunque no sea a mi lado”, y me ve a mí con rabia antichavista.
Y sigue contando Cinthya: “Después de la noticia repicaron en la casa como seis celulares. Por uno llamaba María Corina Machado diciendo que “no puede ser, esos 150 países fueron comprados”, por otro llamaba Ismael García, pero mi padre dijo que “a ese no lo atiendan”, por otro llamó Antonio Ledezma y señaló que “ahora más que nunca tenemos que convertirnos en defensores de los derechos humanos nosotros”, y mi padre, con ironía, le recordó su conducta contra los pensionados de su gobernación. Ramos Allup también llamó y dijo que “esa es una violación sintomática y peripatética”, y mi padre le cortó la llamada. En fin, después apagó los teléfonos porque no quería escuchar lamentos y llantos de todos aquellos que han venido diciendo que en este país se violan los derechos humanos y que siguen llamando presos políticos a los que no son presos políticos y “presos políticos eran Teodoro Petkoff y Pompeyo Márquez y Américo Martín, esos sí, y menos mal que abandonaron esa vaina y ahora están a favor de nosotros, aunque debo confesarlo, que hubiese sido mejor que se quedaran en la izquierda, porque nos están saliendo carísimos”.
Cinthya toma un poco de agua y el mundo sigue andando. Después, con toda la picardía del mundo subdesarrollado, dice: “ Al rato, cuando se le pasó la calentura por la incorporación de Venezuela a esa Comisión de Derechos Humanos, mi padre, el financista de la derecha venezolana, sonrió, y viéndome de frente me dijo: “La verdad, Cinthya, que esa es mucha comisión pa Petra”. Y todavía se está riendo.
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