Con Mario Silva y el excelentísimo Alberto Nolia se da una ruptura con la mediática hipócrita en Venezuela.
El contexto y la coyuntura política conllevaron a la quiebra de algunos paradigmas referidos a las formas y contenidos de hacer televisión.
Mario Silva y el excelentísimo Alberto Nolia han defendido este proceso con la denuncia directa, han hecho pedagogía política, innovado con el lenguaje audiovisual al ponerlo al servicio del ataque, y la defensa táctica y estratégica del proceso de cambio que vive Venezuela.
La Hojilla y Los Papeles de Mandinga, tanto en radio como en televisión, son trincheras para el combate diario contra la canalla mediática.
Son la investigación, la irreverencia, conocimiento y el olfato político las herramientas con que estos comunicadores enfrentan y neutralizan la hegemonía comunicacional del enemigo.
Preocupa cierta tendencia que aconseja desarmar mediáticamente al proceso de cambio; se equivocan quienes hacen lecturas inquisidoras de los programas y los comunicadores Mario y Nolia.
El joven ministro Ernesto Villegas dejó claramente despejado a quienes nos enfrentamos, al señalar al “Complejo Militar Industrial” que simboliza al imperialismo y sus lacayos en Venezuela.
Quien subestime, o intente minimizar el poder de la televisión debe ser execrado, por infiltrado, negligente intelectualmente y/o traidor.
En el contexto de la sociedad que queremos he propuesto una Constituyente en el SNMP.
¡Se trata de Revolución, no de inquisición!
Nota: artículo publicado en el Correo del Orinoco: CO1150 viernes 16 de noviembre de 2012
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